Tras la decisión tomada por sorpresa por la Cámara Baja, el presidente electo escogió su herramienta favorita de comunicación y mediante un tweet criticó la maniobra y abogó porque sus compañeros de filas se ocupasen de asuntos como la reforma fiscal o la del sistema sanitario cuyo objetivo es acabar con el Obamacare.

El magnate también utilizó la red social para mantener las sospechas sobre los demócratas por desvirtuar el resultado electoral con sus acusaciones de ciberespionaje a Rusia. En otro tweet insinuó que la Inteligencia estadounidense podría estar construyendo pruebas artificialmente para demostrar esa teoría.

Trump ha prometido dar su primera rueda de prensa desde su victoria electoral el próximo once de enero en la que podría desvelar un plan ético para evitar un conflicto de intereses entre su imperio empresarial y su cargo como presidente.