Adam Blumenberg, profesor asociado de medicina de emergencia en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, advirtió que los hospitales de la ciudad se preparan para atender más casos de intoxicación con un ingrediente "realmente aterrador" relacionado con la muerte de cuatro niños en Texas.
"Mucho de lo que venden los vendedores es ilegal, pero no tan peligroso mientras nadie lo consuma", dijo Blumenberg a The Post. "He notado un aumento repentino en los venenos para ratas que contienen fosfuros, que son ilegales y realmente alarmantes".
"Los fosfuros liberan un gas mortal que puede dañar o incluso matar a quienes lo inhalan", añadió. "Preveo que veremos enfermedades graves y posiblemente muertes en la ciudad de Nueva York relacionadas con estos productos".
Aunque las autoridades no han vuelto a decomisar fosfuro —comercializado como Push Out— desde la redada municipal, otros raticidas ilegales como Sniper DDVP y Tempo se ofrecen sin trabas en las mesas plegables de St. Nicholas Avenue, en Washington Heights, con una gran población dominicana.
Estas sustancias, muchas veces importadas clandestinamente, pueden provocar convulsiones, coma, cáncer y la muerte, según el Departamento de Salud.
Entre el peligro y las ratas
Desde principios de mes, 17 inspecciones derivaron en cuatro citaciones, pero los periodistas del Post aún vieron los productos a la venta el domingo 20 de abril.
"Sí, nos han estado dando problemas por vender; dicen que todo es ilegal", admitió un vendedor. "¿Cómo que por qué lo vendemos? Necesitamos dinero, por eso".
Mientras los reportes de ratas bajaron alrededor de 1 % en la ciudad entre 2023 y 2024, en Washington Heights e Inwood (Junta Comunitaria 12 de Manhattan) subieron más del 15 %, en plena "guerra multimillonaria" del alcalde Eric Adams contra los roedores.
La concejal dominicana trata de concientizar a sus constituyentes
La concejal Carmen de la Rosa se reunió con vendedores a fines de marzo para advertirles sobre los pesticidas clandestinos:
"Nuestro principal temor era que la gente entrara en pánico y lo tirara por el desagüe... Eso generaría gas", explicó su portavoz. "La mayoría los usa en la cocina, donde hay agua, así que debemos retirarlos antes de que alguien salga lastimado".
El problema se extiende más allá del Alto Manhattan: se han registrado exposiciones tóxicas en Queens y Long Island.
"Es muy, muy, muy peligroso para los humanos", insistió el portavoz. "No tenemos constancia de ningún caso en [Washington Heights], pero es difícil detectarlo".
La raíz es la persistente plaga de roedores; algunos neoyorquinos recurren a soluciones caseras peligrosas.
"Tenemos caseros negligentes, plagas de cucarachas y roedores", señaló el portavoz. "Compran lo que creen necesario, pero no siempre es seguro. Solo queremos que todos estén bien".
En 2023 se registraron más de 8,200 intoxicaciones por rodenticidas en EE. UU., según los Centros de Control de Envenenamiento. Más de 2,200 requirieron atención médica y dos terminaron en muerte.