«Es una invasión de salvajes criminales», manifestó el magnate en un acto realizado en el pueblo de Juneau, de poco más de 2.000 habitantes y enclavado en el condado de Dodge, un área rural del sur de Wisconsin, uno de los siete estados que decidirán las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre.
El exgobernante estadounidense (2017-2021) criticó a la actual Administración del presidente, Joe Biden, así como a la vicepresidenta y su rival en los futuros comicios, la demócrata Kamala Harris, por la gestión en la frontera sur, y reiteró su promesa de efectuar «la mayor deportación hecha en el país» si es que llega a la Casa Blanca.
Trump no solo agitó el espinoso tema migratorio durante el mitin de casi dos horas en este estado, en el que, tras ganar en las elecciones de 2016, por menos de 23.000 votos, no alcanzó a repetir la victoria cuatro años después, al caer contra Biden en 2020 por 21.000 sufragios.
Y es que el expresidente volvió a criticar hoy la respuesta federal dada a los afectados por el huracán Helene, que tras entrar el pasado 26 de septiembre por el noroeste de Florida ha causado más de 230 muertos y cuantiosos daños en seis estados del sureste del país.
El republicano se ha hecho eco de bulos que circulan por internet según los cuales el Gobierno federal no está ayudando a los afectados por Helene porque se ha gastado sus fondos en ayudar a los migrantes que llegan a Estados Unidos.
En Juneau volvió a criticar a la Agencia Federal de Emergencias (FEMA, en inglés) por la «peor respuesta en la historia» dada tras el paso de un huracán, e insistió en la información falsa de que la agencia solo está ofreciendo 750 dólares a los damnificados mientras el Gobierno de Biden «manda millones de dólares a naciones extranjeras».
FEMA ha explicado esta semana que esa es solo la ayuda inmediata y por adelantado que pueden recibir los sobrevivientes para cubrir necesidades básicas y urgentes como comida y agua, pero que luego pueden acceder a una serie de fondos de ayuda.