Entre los principales reclamos estaba que la funeraria no embalsamaba los cadáveres profesionalmente por lo que en algunos casos los rostros quedaban deformados y en otros, parecían zombies, la tardanza en la puesta de los ataúdes para los velorios, retraso en el transporte de los cuerpos de las morgues a las funerarias y a los aeropuertos cuando son llevados a otros países.
A esto se suma desinformación y trato descortés a los deudos de los difuntos, entrega de muertos que no pertenecían a las familias, extraviar cadáveres entre funerarias, además de otras fallas.
R. G Ortiz situada en la avenida Broadway y calle 192 es mas utilizada por la comunidad dominicana debido a que en el vecindario residen la mayoría de migrantes, siendo este el barrio más poblado del mundo por los criollos.
El DCWP se hizo cargo con sus abogados de enfrentar a la funeraria en la corte con 74 afectados firmando la demanda colectiva.
Se encontraron más de 82 violaciones y como parte del acuerdo, 28 consumidores recibirán $104,000 en pagos. Los $500,000 restantes son para otros consumidores que aún no han presentado reclamos.
La comisionada del DCWP, Wilda Vera Mayuga, dijo que la demanda fue sometida en la corte después que ese departamento concluyó una investigación sobre las casi 50 quejas de los dolientes de los muertos y muertas, que fueron explotadas a pesar de estar en duelo.
La demanda dice que los denunciantes afirman que la funeraria no brindó servicios pagados, mal manejados o extraviados de los restos, y en algunos casos obligó a los clientes a examinar los restos en los almacenes para localizar las cenizas de sus seres queridos.
El DCWP también afirmó que la funeraria tergiversó la cantidad de tiempo que tomaría devolver los restos cremados y no reparó adecuadamente los cuerpos para los servicios funerarios.
«Su conducta ha dejado a decenas de familias en el limbo esperando los restos de sus seres queridos y, en algunos casos, incluso peor», añadió la comisionada.
Las imágenes entregadas por las familias de los difuntos al canal Bronx News 12 que emitió un reportaje en 2021 titulado “Death Without Dignity” («Muerte Sin Dignidad”) muestran las distorsiones de los maquillistas funerarios que desparecieron el parentesco entre los físicos reales y los que ellos hicieron.
No es la primera vez que la funeraria Ortiz en el Alto Manhattan enfrenta quejas, críticas y recursos judiciales por mala práctica y violar los protocolos que rigen el trabajo funerario en Nueva York con respeto y dignidad a los que se han ido.
En marzo 2018, el fallecido ex sargento de la policía de Nueva York, Miguel Paulino denunció que la misma funeraria le entregó un cadáver de una muerta que no era su madre, María Altagracia Castro quien falleció siendo entregado su cuerpo a la funeraria en el Alto Manhattan pero tuvo que recorrer otras en El Bronx y Brooklyn para encontrar el cadáver de su mamá amontonado en un sótano.