Una petición que ha provocado una dura reacción de las asociaciones de padres que desde hace tiempo protestan por las largas vacaciones, de más de 3 meses, que tienen los estudiantes italianos.
«Con este calor es absurdo comenzar las clases a mediados de septiembre, mejor octubre. Se necesita sentido común y previsión. Los ciclos productivos también deben cambiar y la administración pública debe iniciar estos cambios según el clima», aseguró el presidente del asociación de profesores Anief, Marcello Pacifico.
Una petición a la que también se unió la Coordinación Nacional de Docentes de la Disciplina de los Derechos Humanos (CNDDU).
«Cada vez es más difícil adaptarse a temperaturas que oscilan alrededor de los 35 grados y exigir a profesores y estudiantes una vestimenta adecuada para el entorno escolar», denunció el presidente de la CNDDU, Romano Pesavento, en un comunicado.
Según la nota, las altas temperaturas, la alta humedad y la mala ventilación, son factores pueden acarrear consecuencias «letales para los más frágiles».
El número de estudiantes frágiles con patológicas que los hacen más sensibles a estas condiciones ambientales está aumentando en los últimos años en las aulas de las escuelas italianas, aseguró la CNDDU.
Se prevé que los primeros alumnos en volver a la escuela en Italia sean los de la región de Alto Adigio (norte) el 5 de septiembre y que poco a poco los estudiantes de cada región vayan iniciando el curso, incorporándose los últimos el 16 de septiembre los de las regiones Abruzzo, Basilicata, Calabria, Emilia Romagna, Liguria, Lazio, Puglia y Toscana.
Padres se quejan
Las asociaciones de padres señalaron que los más tres meses de cierre de escuelas, desde principios de junio hasta principios o mediados de septiembre, ya son demasiado largas y favorecen la pérdida de capacidades cognitivas y relacionales de niños y adolescentes
Y se quejan de que también aumentan las dificultades para conciliar trabajo y familia para quienes tienen hijos en edad escolar.