La operación se efectuó durante el registro domiciliario del doctor, que trabaja para la seguridad social y tiene un estudio en la localidad de Pompeya, en la región de Campania, y que era investigado por evasión fiscal.
Los casi ocho millones de euros en efectivo estaban escondidos en un espacio detrás de un armario dividido en fajos de 20, 50, 100 y 200 euros y envueltos en sobres con anotaciones.
La cantidad de dinero era desproporcionada a los ingresos declarados por el médico y era una suma «anormal tanto por la cantidad como por la forma de almacenarlo», según declaró en un comunicado la Guardia de Finanza, que incautó el efectivo junto con la documentación relacionada con su actividad profesional.
La incautación del dinero fue aprobada por la justicia, que considera que es muy probable el origen ilícito del mismo.
El médico es investigado por delito de fraude contra el Estado y por adquisición de bienes robados.