Los investigadores tratan de establecer porqué García viajó desde Nueva York a esa ciudad para atacar a tiros al grupo o si Ortiz era un blanco específico cuando la multitud estaba enm el estacionamiento del templo.

García disparó antes de las 5:00 de la mañana del sábado cuando el gentío estaba fuera, frente al templo tras terminarse el evento.

El juez del caso lo dejó preso y sin derecho a fianza siendo aplaudido por numerosos familiares del boricua y los heridos que estaban en la audiencia.

Los policías respondieron a un reporte de disparos al 911, según la oficina del fiscal del distrito y encontraron a 30 personas en el estacionamiento del templo. Los oficiales encontraron a dos hombres en la escena con heridas de bala y los paramédicos llevaron a la pareja a un hospital del área.

La fiscalía dijo que la mujer no identificada tiene de 26 años y sufrió heridas leves y se llevó a un hospital del área.

Fue tratada y dada de alta al igual que uno de los hombres heridos.

Ortiz de 43 años, residente en Lowell fue declarado muerto. Era padre de tres hijos.

“Mi tío no se merecía eso. Era un buen tipo. Siempre estuvo ahí para todos,” dijo Keishla Acevedo, sobrina de Ortiz, con lágrimas en los ojos.

“Estaba tratando de ser el pacificador y eso fue todo. Solo estaba tratando de evitar que el altercado ocurriera y progresara hacia algo más de lo que debería haber ocurrido”, dijo Cory Bergeron, amiga de Ortiz.

Citando una investigación posterior la fiscalía dijo que los investigadores se enteraron de que dos grupos de personas se habían reunido en el estacionamiento poco antes del tiroteo con bebidas, fiesta y fuegos artificiales.

Testigos dijeron que en un momento dado, comenzó una pelea entre la multitud y García, de 38 años que vive en el suburbio de Dover, Nueva York, abrió fuego.

García ue arrestado ayer el martes en una casa en Lawrence donde tiene parientes y es acusado de varios cargos, incluido el asesinato. Fue procesado en el Tribunal del Distrito de Lowell y se negó a mostrar su cara, una opción que les da a los acusados en estado de Massachusetts para que se puedan esconder detrás de las paredes de las celdas de los tribunales.

“Quería verlo, pero el cobarde se escondía. Se estaba escondiendo detrás de la celda. Es un cobarde porque sabe que afectó muchas vidas hoy,” dijo Sasha Rivera, hermana de Ortiz.

Los amigos de García también asistieron el miércoles y se negaron a comentar sobre el caso a medios de Nueva Inglaterra que cubrieron la audiencia.

Las autoridades dijeron anteriormente que no había indicios de que la reunión o el tiroteo estuvieran relacionados con el Templo Swaminarayan.

García tendrá que regresar a la corte en septiembre 2024.