Lisa Pisano, de 54 años, se convirtió en la segunda persona en recibir un trasplante de un riñón de cerdo editado genéticamente (diseñado para aumentar la compatibilidad entre el injerto de cerdo y su receptor humano) en una cirugía en la que le fue implantada además una bomba cardíaca mecánica, para mantener su corazón latiendo.
Pisano, de Nueva Jersey, fue la primera además en recibir un trasplante y una bomba cardíaca porque padecía de insuficiencia renal y cardíaca. No habían pasado dos meses cuando su nuevo riñón tuvo que ser extirpado por verse afectado por un flujo sanguíneo irregular relacionado con la bomba cardíaca, lo que le obligó a regresar a diálisis.
“No se pueden subestimar las contribuciones de Lisa a la medicina, la cirugía y los xenotrasplantes (que implica el uso de órganos de otras especies). Su valentía dio esperanza a miles de personas que viven con insuficiencia renal o cardíaca terminal que pronto podrían beneficiarse de un suministro alternativo de órganos», según su cirujano Robert Montgomery.
La primera persona en recibir un riñón de un cerdo genéticamente modificado fue Richard Slayman, de 62 años, el pasado marzo en Massachusetts, pero murió dos meses después.
El riñón es uno de los órganos más demandados en las unidades de trasplante en Estados Unidos, donde hay unas 800.000 personas necesitadas: muchos pacientes pasan años en listas de espera, y algunos de ellos mueren sin haber conseguido el trasplante, de acuerdo con la Fundación Nacional del Riñón.