El excampeón mundial de boxeo, convertido ahora en empresario del cannabis, afirmó estar interesado en probar la nueva «tecnología», supuestamente inventada por el Centro de Investigación Psicodélica del Imperial College de Londres, «para, básicamente, suministrar la droga por goteo a voluntarios» que hagan «viajes prolongados en el reino de la DMT». Hancock destacó que, según su información, la nueva droga se inyecta directamente en el torrente sanguíneo y su efecto dura una hora.  

Hancock le aconsejo a Tyson ponerse en contacto con el Imperial College de Londres y le aseguró que allí «podrían estar muy interesados en hablar» con él. Esta no sería la primera incursión del boxeador en el mundo de los psicodélicos.

 En mayo pasado, el deportista declaró que «hongos mágicos» lo ayudaron a sobrellevar un malestar psicológico que lo tuvo al borde del suicidio. 

Además, el emblemático luchador dijo que en 2021 «murió» y «renació» tras tomar 5-MeO-DMT, un potente compuesto psicoactivo derivado del veneno de sapo del desierto de Sonora, sustancia que está prohibida en EE.UU.

Robin Carhart-Harris, fundador de un conocido Centro de Investigación Psicodélica, aún no ha respondido a la solicitud de comentarios enviada por New York Post.