Kanye West, quien cambió su nombre a Ye, "llegó sin previo aviso y sin invitación" a las instalaciones de Skechers en Manhattan Beach, enfatizó la compañía en el texto.  

"Considerando que Ye estaba filmando sin autorización, dos ejecutivos de Skechers lo escoltaron a él y a su equipo fuera del edificio tras una breve conversación", agregó el texto.

"Skechers no está considerando ni tiene intención alguna de trabajar con West. Condenamos sus recientes comentarios divisivos y no toleramos el antisemitismo o cualquier otra forma de discurso de odio".

Kanye West lleva semanas acumulando titulares por motivos ajenos a su música, por pronunciamientos y acciones racistas y antisemitas que le han costado el fin de varias muy lucrativas colaboraciones con gigantes de la moda.

En una pasarela en París, se presentó con una camiseta que tenía impresa la inscripción "Las vidas de los blancos importan" (en inglés, "White Lives Matter").  

La frase es una reacción de grupos de ultraderecha y supremacistas blancos en Estados Unidos al movimiento "Las vidas de los negros importan" ("Black Lives Matter"), que protesta contra el racismo. 

Luego, West fue expulsado de Twitter e Instagram por publicar un post amenazante contra la comunidad judía. 

Durante las últimas dos semanas sólo aumenta la lista de compañías marcando distancia con el rapero.

La casa de modas Balenciaga anunció no tener "ninguna otra relación o planes para proyectos futuros con este artista". Le siguió el lunes CAA, una de las más grandes agencias de talentos de Hollywood, que cortó su relación de trabajo con West.

La productora de televisión y cine MRC dijo que archivaría un documental ya terminado sobre el rapero.

La gigante alemana Adidas, después de varios días de presión en las redes sociales, anunció el martes que ponía fin a una millonaria colaboración con West. 

"Adidas no tolera el antisemitismo ni ninguna otra forma de discurso de odio", afirmó la compañía en un comunicado, anunciando el "fin inmediato" de la colaboración.

Su exesposa, Kim Kardashian, publicó también en sus redes sociales este lunes un mensaje contra el discurso de odio sin mencionar al padre de sus hijos. 

West, de 45 años, ha hablado de forma abierta sobre su lucha con problemas de salud mental.