Atado de manos y con una camisa de fuerza, el ilusionista intentó escapar de un tanque de agua, pero, pasados un minuto y medio, se quedó sin respiración y tuvo que sacar la cabeza para tomar aire, ante las miradas asustadas del público.
Los médicos se apresuraron hacia el concursante, que perdió el conocimiento y empezó a sufrir convulsiones durante unos segundos. Luego de unos momentos de tensión, lograron que recuperara la consciencia y saliera del tanque por sus propios medios.
El ilusionista aseguró tras el episodio que estaba bien y que «todo estaba controlado», explicando que se trata de «un reto muy difícil». «No voy a hacer este número más, porque he superado mi miedo», indicó.