Letty es hija de madre soltera, quien la procreó a los 16 años en la sección Jima Arriba, La Vega. Este hecho se convirtió en un estigma para su progenitora, quien siempre le pidió que no quedara embarazada a los 16 años, pero nunca le explicó por qué.
A los 14 años de edad la familia de Letty, su madre y sus dos hermanitas, salieron a residir a la capital. Letty, que no había contado con el amor y el apoyo de su padre, conoce a un joven, del cual se enamora. “Yo no sabía qué era tener relaciones sexuales, es así que el padre de mi hijo se aprovecha tocándome e incitándome para tener sexo con él. A mi mamá no le gustaba mi novio porque usaba arete y el pelo largo. Esta prohibición hizo que me interesara más en él y me enamoré locamente de esta persona”, relató.
Este fue el caldo de cultivo para que Letty accediera a verse con su novio en casa de los padres de él y desde los 15 años comenzó a tener relaciones sexuales. “En ese momento lo único que me importaba era que la gente no se diera cuenta que nosotros teníamos sexo. Nunca pensé en contagio de alguna enfermedad sexual o un embarazo. Yo estaba enamorada y hacía cualquier cosa por ese hombre”, recordó.
Justamente cuando cumplió los 16 años y cursando el cuarto de bachillerato, Letty quedó embarazada de su novio, quien también era menor de edad. “Aquí es que me doy cuenta que el mundo se me derrumba, que mis sueños se vienen abajo, que no tengo salida, que le fallé a mi mamá, que era madre soltera y que me había pedido que no quedara embarazada a los 16”.
Con un embarazo precoz, Letty se fue a vivir a casa de los padres de su novio y allí se sintió humillada por una familia que entendía que había destruido la vida del hombre a quien amaba, ya que el joven debió dejar los estudios para trabajar y mantenerla a ella.
“Cuando me doy cuenta que me he convertido en una carga para mi novio, que yo no podía salir con él, que no podía salir al cine con mis amigas o que no pude graduarme, que no podía trabajar y que no sabía qué hacer con mi vida, entonces pensé suicidarme”, comentó a LISTÍN DIARIO.
Fueron momentos de desesperación para la niña que tenía vergüenza de ir a pedir ayuda a su madre y que no encontraba una salida a su vida. “En dos ocasiones pensé en lanzarme por unos barrancos cerca del Jardín Botánico. Un día desesperada, y con siete meses de embarazo, fui decidida a quitarme la vida y me senté en una piedra a llorar. Es ahí que aparece un joven que me ayudó y me llevó a su casa en Arroyo Hondo”. Ella estuvo allí por dos días hasta que decidió llamar a una amiga para que la fuera a buscar y regresó a la casa de los padres de su novio, donde es cuestionada y lastimada físicamente por desaparecer sin avisar.
Humillada y con una paliza que le había propinado su novio, se fue a casa de su madre en busca de ayuda. “Mi mamá me rescató, ella costeó mi embarazo y desde que tuve a mi bebé comencé a trabajar en una heladería”, en donde ganaba 500 pesos y con eso ayudaba para leche y pañales de su hijo.
Siendo menor de edad, Letty regresó seis meses después a vivir con el padre de su hijo y revivió un calvario. Durante este tiempo entró a trabajar a la televisión y bailaba con una orquesta. Recuerda que trabajaba de lunes a lunes y que el padre de su hijo le pegaba por cualquier cosa. “Yo no tenía vida, sabía que por todo ese hombre, a quien le tenía que dar el dinero que ganaba, me daría una paliza, hasta que decidí que esa no era la vida que quería y decidí regresar a casa de mi madre”.
Intentando buscar una salida, Letty continúa trabajando en otros programas de televisión, pasaron dos años y conoce a otro hombre, con el que vivió los horrores de su vida. A los 9 meses de noviazgo, Letty vuelve quedar embarazada de un nuevo novio, el que se convirtió en su verdugo.
“Con el padre de mi hija viví la experiencia de maltrato más terrible que cualquier mujer pueda pasar. Este hombre me amarraba y me golpeaba tan fuerte que tuve que dejar de trabajar en la televisión porque siempre tenía la boca partida y los ojos amoratados. Lo denuncié ante la Fiscalía, pero como él tenía dinero nunca logré que pagara por su maltrato”.
OFRECE CHARLAS
Hoy Letty es una Dj muy popular, vive con su pareja y sus dos hijos. Se ha dedicado a ofrecer charlas con su testimonio, la que ha titulado “No más niñas con niños”. “He ido a muchos barrios de la capital a contar mi historia y a decirle a las niñas que es mejor esperar para tener sexo y vivir cada etapa. Que busquen orientación, que se protejan y que si quedan embarazadas ellas no son una carga para la sociedad, que se puede salir adelante pero siendo responsable con uno mismo. Les digo a las madres que hablen con sus hijas, que las guíen y las orienten”.