“Saturno” y “No vaya a ser” son las dos “caras” de lo nuevo de Pablo Alborán, que no publicaba un trabajo propio desde el disco en directo “Tour Terral. Tres noches en las Ventas”, en 2015.
Simpático, sonriente y un poco aturdido por los retrasos aéreos, el artista malagueño hace escala de Bogotá para mostrar las dos nuevas canciones que son “los dos extremos del disco”.
“Saturno es una balada, recuerda un poco lo que he podido estar haciendo hasta ahora. Y “No vaya a ser” es un cambio de tercio, más color, ritmo, más latinoamericano”, explica.
Según el compositor, necesitaba “desconectar” después de la fulgurante carrera que inició en 2011 y le llevo a ser el artista más vendedor en España durante dos años consecutivos, un dato sin precedentes en un artista debutante.
“Me sentaba a escribir y no salía nada, Necesitaba vaciarme y no encontraba palabras. Necesitaba volver a componer desde la calma, volver a vivir la normalidad de Málaga, estar con mi familia…ahora vuelvo con más ganas”, añade con entusiasmo.
Para Pablo Alborán, este parón le ha permitido escuchar nueva música y eso se va a notar en el nuevo disco que saldrá en noviembre.
Como avance, destaca que el disco tendrá Bossa Nova, “otros ritmos de Brasil, y ritmos latinoamericanos, todo envuelto con tintes más modernos, más electrónica”.
Para ello ha contado con el productor colombiano Julio Reyes Copello, que ha trabajado con artistas como Marc Anthony, Alejandro Sanz, Nelly Furtado y Jennifer Lopez, entre otros.
“Trabajar con él era una necesidad. Es un sueño cumplido. Es una persona que me recibía cada mañana en el estudio tocando a Bach. Me ha ayudado mucho para fomentar lo que yo quería: un sonido más moderno, más limpio, con reminiscencias latinoamericanas. Un sonido más percutivo, de buen rollo. Necesitaba a alguien que lo fomentara”, aclara satisfecho.
La pasión por las músicas americanas – “hay géneros tradicionales latinos que tienen la misma cadencia que ritmos flamencos”, destaca-, no impide que Pablo defienda su estilo personal.
Por ello, junto a los nuevos sonidos, el cantante español defiende que “lo orgánico” está presente en el nuevo trabajo.
“El sonido a madera no se puede perder, me parece que es el lazo directo a la emoción”, cuando todo está “más desnudo”, afirma.
De momento, se muestra muy satisfecho con la acogida de los dos sencillos y de los dos videoclips -realizados por su hermano Salvador Moreno-, que, como las canciones, “no tienen que ver el uno con el otro”.
De igual forma, la nueva imagen que aparece trata de innovar “sin romper”, tratando de hacer “algo distinto”.
Este “algo distinto” ya se intuye en los dos primeros singles aunque las incógnitas sobre el nuevo Pablo Alborán se mantienen, incluyo, en el nombre del trabajo que aparece en noviembre.
“Me ha costado muchísimo encontrar el nombre -confiesa-, es un disco que me ha hecho tan feliz que ponerle nombre es como para el proceso creativo. Es un disco que tiene muchos nombres…se conocerá en octubre que se cuando saldrá la canción que da título al disco”.
Alegre, con entusiasmo, recién llegado de Chile y con viaje de promoción este fin de semana a Miami, Pablo Alborán está deseando sacar el nuevo trabajo a la calle.
“Me ha vaciado, lo he hecho con calma, sin fecha, sin prisa, con la gente que he querido. Y estoy loco porque la gente lo escuche”, concluye.