En el sitio web del Journal of Applied Microbiology se publicó recientemente un estudio realizado por científicos de Noruega y que tiene que ver con hábitos de limpieza de la casa, en particular de la cocina y los utensilios de los que echamos mano en ella.
Comúnmente, para lavar los trastes, usamos esponjas o fibras de cocina; sin embargo, esto no es muy higiénico e incluso, podría provocarnos algunos problemas de salud.
Trond Møretrø, científico investigador de Nofima, un instituto noruego de investigación alimentaria, explicó que una sola esponja para lavar trastes puede albergar una mayor cantidad de bacterias, más que la cantidad de personas que viven en en planeta Tierra.
Según Møretrø, muchas de estas bacterias no son dañinas; sin embargo, la de la salmonella puede habitar en las esponjas lavatrastes, así como en las superficies y otros aparatos de cocina.
“La esponja está húmeda y acumula residuos de alimentos que también son alimento para las bacterias, lo que lleva a un rápido crecimiento de bacterias”, explicó en investigador.
De igual modo, señaló que la única forma de evitar esta situación sería cambiar a diario la esponja de lavar trastes, algo que no es posible y además, generaría mucha basura. Es por ello que como parte del estudio, identificaron la forma en cómo sería más seguro lavar los trastes.
Los científicos llegaron a la conclusión de que es mucho mejor usar cepillos en lugar de esponjas, ya que estos suelen secarse más rápido y por completo, lo que hace que no proliferen en ellos bacterias que puedan causar alguna enfermedad.
“Dado que el cepillo se seca muy rápido, las bacterias dañinas morirán. Además, la mayoría de los cepillos tienen un mango que evita el contacto directo de las manos con bacterias potencialmente dañinas, a diferencia de las esponjas… Animo a los consumidores a que prueben con un cepillo la próxima vez que necesiten reemplazar su esponja”, comentó el investigador.