En cuestiones de salud nunca deberíamos de escatimar; sin embargo, hay ocasiones en que la gente se deja llevar por algunas modas o malas referencias de algunas prácticas de salud que se ejercen en diversos sitios del mundo y que prometen grandes resultados con poco dinero y que en ocasiones, esto puede poner en riesgo hasta la vida.

Eso fue lo que le ocurrió a una usuaria de TikTok llamada Amanda Turner, quien a través de esta red social compartió un video sobre la terrible experiencia que vivió en una clínica dental Turca a la que acudió con la intención de ahorrarse dinero en la implantación de unas coronas dentales.

A Amanda le cobraron unos $3,200 dólares por ponerle alrededor de 6 coronas individuales; sin embargo, nada de lo prometido de realizaron y terminaron por colocarle 6 puentes que ni siquiera se adhirieron bien a sus encías.

La mujer explicó en su clip que ella, en un principio, pensó que le ajustarían cada diente de manera individual y que el procedimiento sería con la estricta higiene y seguridad que lo requiere.

A esto, todavía habría que agregarle que a esta mujer británica le limaron los dientes a niveles extremos, a tal grado que pasó muchos días con fuertes dolores. “Ni siquiera puedo mover la cara, me duele tanto”, afirmó Turner.

Según la afectada, esto se debe a que en la clínica dental no le aplicaron la congelación adecuada, un paso que es crucial antes de eliminar la capa de esmalte que poseen los dientes de forma natural. Esto le provocó un dolor tan intenso que tuvo que suplicar que le pusieran más anestesia para que pudiera soportarlo, demanda a la que hicieron caso omiso.

Tampoco se libró de sufrir problemas con el alojamiento, de cuyos costes se encargaba esta clínica, aunque eso no fue del todo cierto, por lo que se vio obligada a contactar con la embajada inglesa y explicarles la situación. Al llegar a su casa en Belfast, la joven escribió una reseña en Internet para que todo el mundo conociera el maltrato físico y moral al que había sido sometida.

El número de WhatsApp de la clínica con la que había contactado antes de viajar a la capital turca le bloqueó al recibir sus quejas, por lo que no le quedó más remedio que hacer una queja pública por el trato recibido. Al final del mensaje, la propia Amanda reconoce que nunca había pasado por una situación de tanto dolor y que recomienda a todo aquel que esté pensando en realizarse el mismo retoque estético, que acuda a un hospital y no a una clínica privada que se encuentre en otro país, puesto que, aunque ofrezca precios muy atractivos, puede sufrir el mismo engaño.