La lengua de los perros está en todas partes, incluso en los lugares más insospechados, por lo que pueden fungir como un receptáculo de múltiples gérmenes y bacterias que posteriormente pasan a las manos, a la cara o incluso a la boca de sus cuidadores. De hecho, los besos de perro pueden contagiar una superbacteria letal para los humanos identificada como una súper cepa de E.coli.
Una de las principales preocupaciones médicas para el futuro de la humanidad son las bacterias resistentes a los antibióticos, pues se trata de patógenos que no son susceptibles a los antibióticos desarrollados hasta hoy y, por ende, pueden causar la muerte de millones de personas en el mundo.
Luego de analizar muestras fecales humanas y animales de 86 hogares, investigadores del Royal Veterinary College en Gran Bretaña y de la Universidad de Lisboa en Portugal, encontraron una versión resistente a los antibióticos de E.coli, una bacteria común que puede causar dolor abdominal, vómitos y diarrea con sangre, y que incluso puede causar una peligrosa insuficiencia renal.
Los autores del estudio advirtieron a los dueños de mascotas que deben evitar los besos de sus perros y que es mejor que se laven las manos con agua y jabón después de acariciarlos, pues la bacteria se transmite al tener contacto con la saliva contaminada de los animales.
Las infecciones causadas por patógenos resistentes a los antibióticos son capaces de evadir los medicamentos más fuertes que existen. Tan sólo en Estados Unidos, cada año se registran alrededor de 2.8 millones de casos de súperbacterias, 35,000 de ellas tienen resultados fatales.