En ciertos tipos de patologías en los que intervienen numerosos factores de riesgo modificables, la capacidad de evaluar correctamente el peligro que corre un paciente determinado puede ser clave para prevenir los desenlaces más graves. Por eso, una parte muy importante del volumen de investigación dedicado a esta clase de enfermedades, como son muchas cardiovasculares o el cáncer, se orienta a encontrar métodos diagnósticos y predictivos precisos.
En esta línea, un artículo publicado en la revista científica The Lancet Digital Health ha presentado una herramienta digital que emplea inteligencia artificial para predecir con precisión qué pacientes van a sufrir un infarto agudo de miocardio en un plazo de cinco años.
Resultados en apenas segundos
Para lograr tal cosa, el instrumento evalúa la cantidad y composición de la placa presente en las arterias que proporcionan la sangre al corazón. Hay que tener en cuenta que en un número muy importante de casos los infartos están provocados por obstrucciones en estas arterias (isquemia).
Ya existía un procedimiento capaz de tomar imágenes del estrechamiento de las arterias coronarias (la angiografía por tomografía computada). Sin embargo, lo que no había era un método simple, automatizado ni rápido para medir la cantidad de placa a partir de esas imágenes, lo que llevaba a que a menudo no se tomase esta medición.
La nueva herramienta ha sido desarrollada a partir de las imágenes de 1.196 personas, que fueron también analizadas y cuantificadas por expertos. A partir de ellas, el algoritmo fue capaz de diferenciar las propias arterias, la sangre y los depósitos de placa.
Los resultados, que el programa era capaz de obtener en cuestión de pocos segundos, no sólo eran coincidentes con los emitidos por los expertos, sino que también eran consistentes con los obtenidos en dos tipos de examen altamente invasivos pero muy precisos para medir la cantidad de placa presente en las arterias coronarias (ultrasonidos intravasculares y angiografía coronaria por catéter).
Una aplicación real
Lo que termina de ilustrar la eficacia y la aplicación de esta tecnología, no obstante, es que las medidas de la cantidad y composición de la placa tomadas de esta forma lograban predecir con precisión el riesgo de infarto a seis años, como arrojó un ensayo llevado a cabo sobre 1.611 pacientes.
La herramienta aún necesita seguir pasando distintas pruebas para poder llegar a formar parte de la realidad clínica cotidiana, pero hasta ahora ha logrado mostrar un potencial muy esperanzador en el ámbito de la prevención de cardiopatías isquémicas.