Desinformación y concepciones erróneas
En esto ha insistido recientemente la Federación Mundial del Corazón, que ha recordado que no existe ninguna evidencia científica que avale que el consumo de alcohol en pequeñas cantidades es beneficioso para la salud cardiovascular. Más bien, los datos que tenemos apuntan en la dirección contraria.
La prevalencia de las enfermedades cardiovasculares casi se ha doblado en las últimas décadas, señalan, y el consumo de alcohol ha cumplido un papel importante en ello. En este sentido, señalan que la percepción social de que el alcohol es necesario para llevar una vida social adecuada y la noción de que en ciertas formas (por ejemplo, una copa de vino tinto al día) resulta beneficioso para la salud han distraído de la realidad de los hechos.
Incluso, la organización llega a decir que tras algunas de estas afirmaciones podría estar "un intento por la industria del alcohol por desinformar al público sobre el peligro de sus productos".
No hay cantidad segura de alcohol
Estas declaraciones se apoyan en un informe publicado recientemente en el medio The Lancet que concluye que no existe un nivel seguro de consumo de alcohol. Esto explica la atribución a nivel mundial, en el año 2019, de casi dos millones y medio de muertes a esta clase de bebidas.
La evidencia ha demostrado que incluso las cantidades más pequeñas de alcohol elevan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares; además, hay que tener en cuenta que los estudios que llegan a una conclusión diferente son a menudo observacionales. El consumo de alcohol se ha relacionado también, por otra parte, con enfermedades como el cáncer, enfermedades digestivas, lesiones intencionadas y no intencionadas e incluso con ciertas enfermedades infecciosas.
Esto supone un coste muy elevado a nivel económico y social, tanto para los individuos como para los organismos públicos.
Por todo ello, recomiendan la toma de medidas desde las instituciones, que podrían incluir restricciones a la disponibilidad del alcohol, sanciones y medidas contra el alcohol en la carretera, facilitación de tratamientos de alcoholismo, uniformidad de la edad mínima de consumo de alcohol y la imposición de alertas en el etiquetado de los productos alcohólicos.