Expertos apuntan que tanto quienes tienen una dosis de la vacuna como quienes están completamente vacunados deben seguir usando un cubrebocas, al menos en el futuro próximo.
“Desafortunadamente, vacunarse no significa instantáneamente que podamos volver a como era antes. Hasta que tengamos algún nivel de inmunidad colectiva, la vacuna ahora es solo otra capa de protección contra el Covid-19”, dice Kristin Englund, especialista en enfermedades infecciosas de Cleveland Clinic.
¿Cuándo se alcanza la inmunidad colectiva?
Para decir que una región alcanzó la inmunidad colectiva es necesario vacunar entre el 50% y el 80% de la población, según Englund.
Por lo tanto, los vacunados deberán esperar a que la mayoría de la población esté inmunizada para quitarse el cubrebocas en espacios públicos, fiestas, el trabajo o reuniones grandes. Sólo pueden quitárselo si se reúnen con otros vacunados.
Kristin Englund da 5 razones para seguir usando el cubrebocas. Puedes seguir a la experta en el blog de Cleveland Clinic.
1) Se necesita tiempo para que la vacuna se ‘active’
La vacuna no es una poción mágica que te dará inmunidad al instante. Se necesita tiempo para que se ‘active’. Por ejemplo, las de Pfizer o Moderna alcanzan una efectividad cercana al 95% hasta dos semanas después de la aplicación de la segunda dosis.
Si te quitas el cubrebocas después de la aplicación de la primera dosis, toma en cuenta que sólo tienes una respuesta inmunitaria parcial.
2) Las vacunas no protegen al 100%
Las vacunas son el mejor frente que tenemos actualmente contra el Covid-19, pero no son completamente efectivas. No te expongas de inmediato a grandes reuniones hasta que baje considerablemente el número de infectados y siempre usa cubrebocas.
“La vacuna contra el sarampión tiene una efectividad del 97% después de dos dosis. El programa de vacunación comenzó en los EE. UU. En 1963, ¡pero la enfermedad no se consideró eliminada hasta el 2000!”, ejemplifica Kristin Englund.
3) ¿Los vacunados ‘esparcen’ el virus?
Aún hay investigaciones en curso para determinar si los vacunados pueden ser esparcidores asintomáticos.
“Las vacunas previenen enfermedades, pero se necesita más investigación para determinar si las vacunas también previenen la transmisión”, anota Cleveland Clinic.
Investigadores han mostrado su preocupación por la probabilidad de que los vacunados se infecten sin síntomas y contagien a otros que no han sido inoculados. Por eso se pide seguir usando el cubrebocas el mayor tiempo posible.
“Si las personas vacunadas no usan una mascarilla hasta que se considere que más personas están completamente vacunadas, podrían hacer que el virus siga circulando. Vacunarse significa que es mucho menos probable que se enferme y desarrolle síntomas, por lo que es fundamental que protejamos a los demás mientras esperan su turno para recibir la vacuna”, agregan.
4) Proteger a quienes no pueden vacunarse
Las vacunas fueron autorizadas de emergencia y aún hay segmentos de la población para quienes no están recomendadas. Por ejemplo, aún no están autorizadas en niños y no están recomendadas para quienes son alérgicos a las vacunas o tienen un sistema inmunológico muy debilitado que reaccionó mal a la primera dosis.
“Dado que esta población no participó en ensayos clínicos, no podemos asumir que tendrán la misma tasa de efectividad”, apuntan. Usa tu cubrebocas cuando estés con estas personas.