Normalmente asociamos la menopausia con síntomas como los sofocos, los escalofríos y el insomnio. Sin embargo, este proceso afecta también a otros aspectos de nuestra salud, y entre ellos podría estar la memoria.
Lo cierto es que no está claro si los problemas en la memoria constituyen un síntoma primario o secundario de la menopausia. Esto es porque la manera en la que este cambio biológico afecta a nuestra función es algo compleja.
Los estrógenos
Durante la menopausia se produce una importante fluctuación en los niveles de estrógenos, y se cree que esta hormona podría tener implicaciones importantes sobre la memoria; no obstante, la evidencia existente hasta el momento no es del todo concluyente.
Más concretamente, se cree que los estrógenos intervienen en la recepción, comunicación y almacenaje de información, lo cual implicaría que estas fluctuaciones (y los medicamentos destinados a suavizarlas) sí podrían impactar directamente en la memoria.
Consecuencia de otros síntomas
Por otra parte, también se ha teorizado que la sensación de falta de agudeza mental y de memoria que numerosas mujeres reportan podría ser un síntoma indirecto consecuencia de otros que si derivan de la menopausia.
Por ejemplo, otros desórdenes hormonales (como una deficiencia de vitamina B12), las dificultades para conciliar el sueño y la fatiga pueden perjudicar la memoria.
De modo similar, los síntomas emocionales (derivados en parte de los desequilibrios hormonales y en parte del bagaje cultural y social que acompaña a esta etapa) también pueden tener efectos notables en este área.
¿La pérdida de memoria es permanente?
Cuando está asociada a la menopausia, estos problemas no deberían ser duraderos, sino que deberían en cualquier caso remitir junto al resto de los síntomas, a medida que los niveles de estrógeno alcancen un nuevo equilibrio y desaparezcan signos como la fatiga, el insomnio o los desórdenes emocionales. Además, ejercitar la memoria durante este periodo puede resultar muy beneficioso para minimizar las alteraciones.
Sea como sea, si sentimos que nuestra memoria no es tan aguda como solía ser (de un modo preocupante) siempre será conveniente consultar a un profesional, que podrá encontrar la causa del problema y actuar sobre ella (sea la menopausia o sea otra).