Hoy es el Día Mundial del Corazón. La conmemoración no sólo nos recuerda lo valioso de este órgano para nuestra vida, sino la necesidad de revisar su estado general y cuidarlo con buenos hábitos en la vida diaria. ¿Cómo identificar que algo no está bien? Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) enlistan algunas señales de que tu corazón puede estar al borde de un infarto.
Qué lo causa: Enfermedad de las arterias coronarias
La enfermedad de las arterias coronarias (EAC) engloba una serie de síntomas que, frecuentemente, terminan causando un infarto, y es el tipo de enfermedad cardiaca más común en Estados Unidos. El problema es que la EAC a menudo puede ser tan silenciosa que un paciente puede no saber que la sufre hasta que experimenta un ataque cardiaco.
La EAC ocurre cuando una placa de colesterol y otras sustancias se acumula en las paredes de las arterias que llevan la sangre al corazón. Esto provoca que las arterias se hagan más angostas, lo que bloquea de manera total o parcial el flujo e sangre. Este evento, conocido como aterosclerosis, es el detonante de los infartos.
Cómo se siente un infarto
Aunque muchas personas ni siquiera se dan cuenta de que han sufrido un infarto, otras presentan síntomas claros de que el evento está a punto de ocurrir o está ocurriendo. Los CDC advierten de las siguientes señales:
Dolor o malestar en el pecho, que también se identifica como angina de pecho. Puede ir y venir, y por sus síntomas puede confundirse fácilmente con indigestión.
Náuseas, vómitos o sudor frío.
Debilidad o aturdimiento repentinos al realizar actividades cotidianas. Este síntoma puede incluso causar la pérdida del conocimiento.
Arritmia o insuficiencia cardiaca, que además de provocar un cambio en el ritmo con el que late tu corazón normalmente, también puede causar hinchazón de pies, tobillos, abdomen y venas del cuello, y fatiga.
Dolor o malestar en los brazos (no necesariamente tiene que ser el brazo izquierdo), en los hombros o en la parte alta de la espalda o del cuello. Algunos sobrevivientes de infarto describen la sensación como estar atados con una cuerda.
Dificultad para respirar durante tus actividades cotidianas y no necesariamente duele. A menudo también se confunde con un ataque de pánico o ansiedad.
Si experimentas alguno de estos síntomas y además empeoran rápidamente, lo mejor es que busques ayuda médica.
Detección temprana de EAC
La mejor manera de evitar un infarto repentino es cuidar la salud del corazón. Según la American Stroke Association, un infarto silencioso aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Si en tu familia se han registrado infartos, tu alimentación incluye el consumo habitual de alimentos procesados, grasas saturadas, azúcares y sal, y además tu actividad física es prácticamente nula, lo mejor es someterse a una revisión médica en la que el especialista te practicarán algunas pruebas para evaluar la salud de tu corazón, como electrocardiogramas, pruebas de esfuerzo, radiografías de pecho, angiogramas coronarios, ecocardiogramas y otros análisis clínicos.