La semilla es el pequeño cuerpo que forma parte de un fruto, y que contiene un embrión que puede dar vida a una nueva planta. Sin embargo, también es una fuente de alimento almacenado y envuelto en una cubierta protectora rica en fibra y minerales, como el potasio, fósforo, magnesio, hierro y calcio. Estas son algunas opciones que no debes ignorar:
Linaza
La linaza, también llamada lino, contiene una mezcla muy interesante de nutrientes, ya que es rica en ácidos grasos Omega 3 y fitoestrógenos, además de fibra soluble e insoluble. Diferentes investigaciones encontraron que este coctel de propiedades la convierte en una gran opción para perder o mantener el peso, gracias a que mejora la digestión y aumenta la sensación de saciedad.
Chía
La chía es una semilla nativa de Centroamérica, motivo por el que solemos encontrarla en muchos platillos autóctonos. Los investigadores informan que es rica en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Además, las dietas que la contienen pueden disminuir los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, debido a su riqueza en Omega 3 que protege el corazón.
Amaranto
El amaranto es una de las semillas más virtuosas del reino vegetal por su alto grado de proteínas y aminoácidos esenciales que ayudan en la asimilación de nutrientes por parte del cuerpo. Según la evidencia científica, si tienes el colesterol alto, el amaranto, por ser rico en fibra soluble, te ayudará a controlarlo. También es una opción natural para regular la presión arterial alta.
Quinua
Cultivada desde hace más de 5 000 años por los incas, la quinua es rica en proteínas, aminoácidos esenciales y carbohidratos. Posee un alto porcentaje de fibra dietética, que la convierte en un alimento ideal para eliminar toxinas y reducir los niveles de colesterol "malo" y elevar el "bueno". Su acción antioxidante también ayuda a protegernos contra la acción de los radicales libres.
Ajonjolí
También conocido como sésamo, el ajonjolí es una semilla con muchos usos en la gastronomía. Es rica en proteínas, calcio, hierro, magnesio, potasio y vitaminas, además de lignanos, un tipo de antioxidantes que impide la absorción intestinal de las grasas de la dieta. También son muy útiles para disminuir los niveles de colesterol en sangre, así como para humectar la piel.
Girasol
Quién creería que las semillas de girasol son un aperitivo muy nutritivo y cargado de minerales, vitaminas y antioxidantes. Si las sumas a tu alimentación te ayudarán a cuidar la salud de tu corazón debido a la alta cantidad de magnesio y vitamina E que proporcionan.
Calabaza
Normalmente se desechan, pero las semillas de calabaza esconden muchos beneficios para nuestra salud. Tienen una gran cantidad de proteínas, vitaminas del complejo B, antioxidantes, ácidos grasos Omega 3 y zinc. Además, son reconocidas por su capacidad antiinflamatoria.
Cáñamo
Las semillas de cáñamo pertenecen a la categoría de superalimento, debido a que están llenas de atributos saludables. Contienen aminoácidos esenciales, más del 30% de la semilla es proteína, ofrecen un alto aporte de ácidos grasos esenciales, como son los Omega 3 y 6, son ricas en vitaminas de varios grupos (A, B, C, D y E) y minerales como el calcio, hierro y fósforo.
Granada
De color rojizo a púrpura, las semillas de granada son una excelente fuente de antioxidantes, que combaten a los radicales libres e impiden el envejecimiento celular. Algunos estudios incluso llegaron a informar que poseen tres veces más antioxidantes que el té verde, o el vino tinto. Por ello, tomar un vaso de su jugo al día es suficiente para reducir el riesgo de ciertas enfermedades, como la arteriosclerosis.