El gas en las vías intestinales tiene dos orígenes: el aire que se traga al comer, sobre todo si se hace muy rápido, y la descomposición de la comida no digerida (debido a la escasez o ausencia de ciertas enzimas) por las bacterias en el intestino grueso. Eructar es otra forma en que una parte del aire sale del estómago.
Los gases pueden deberse a distintas afecciones, como el síndrome del intestino irritable que genera una sensación falsa de hinchazón por una sensibilidad al gas. El síndrome de flexión esplénica es otro trastorno crónico que puede ser causado por gas atrapado en el colon. Otros factores que producen gases son la enfermedad de Crohn, cáncer de colon u otras afecciones que producen obstrucción intestinal.
Alimentos peligrosos
Algunos alimentos que contienen carbohidratos y que pueden causar gases son: frijoles, vegetales como brócoli, coliflor, repollo, coles de Bruselas, cebollas, champiñones, alcachofas y espárragos, frutas como peras y duraznos, granos como el trigo entero y salvado, y las bebidas gaseosas. Para aliviar este problema se aconseja limitar o evitar su ingesta, también puedes probar estas infusiones:
Manzanilla
Beber manzanilla es un método muy eficaz para aliviar diversos trastornos digestivos, incluyendo la indigestión y los gases intestinales. Para preparar una infusión, hierve agua y cuando alcance el punto de ebullición, añade un puñado de hojas y flores secas de manzanilla. Apaga el fuego, tapa, y deja reposar durante un par minutos. Bebe la mezcla tibia después de cada comida.
Menta
El mentol que contiene la menta es clave para acelerar el flujo de los jugos digestivos y activar la bilis. Para combatir los molestos gases o flatulencias, debes beber una infusión después de cada comida. Para prepararla, calienta agua y cuando comience a hervir añade hojas de menta. Apaga el fuego, tapa y deja en reposo durante algunos minutos.