Según Cuídate Plus, La toxiinfección alimentaria más frecuente en Europa es aquella que genera la Campylobacter. Incluso, la OMS considera que esta bacteria es una de las cuatro causas de enfermedad diarreica a nivel mundial, lo que habla de su peligrosidad.

Peligrosidad de la campylobacter para nuestra salud

Como indica la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA), lavar el pollo antes de cocinarlo incrementa el riesgo de propagar la bacteria campylobacter en las manos, superficies de trabajo, ropa y utensilios de cocina a partir de la salpicadura de agua.

Esta bacteria es una de las cuatro causas principales de enfermedad diarreica en el mundo según la OMS, y también es la causa bacteriana más frecuente de gastroenteritis en todo el planeta.

La infección por campylobacter da lugar a un conjunto de síntomas que duran aproximadamente entre 3 y 6 días. Entre ellos tenemos:

·  Diarrea comúnmente sanguinolenta

·  Dolor abdominal

·  Fiebre

·  Dolor de cabeza

·  Náuseas y/o vómitos

Los síntomas más graves son relativamente frecuentes en personas mayores, embarazadas, niños, o pacientes inmunodeprimidos.

La postura de los CDC sobre lavar o no el pollo

La FSA no es la única autoridad sanitaria que está en contra del lavado del pollo previo a su cocción, los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos también piensan que esta es una actividad que es mejor evitar, esto según la advertencia realizada en 2019.

Incluso, ellos van más allá e indican que no solamente debe evitarse lavar el pollo, sino también otras aves, como pavos o codornices, dado que estas bacterias se alojan en el interior de sus intestinos.

Además, lavar el pollo no garantiza que eliminemos el patógeno porque este puede expandirse a otros lugares de la cocina, lo que incrementa el riesgo de que otros utensilios o alimentos lo adquieran.

¿Cómo eliminar las bacterias en el pollo?

Las autoridades sanitarias recomiendan enfáticamente que cocinemos adecuadamente las carnes para eliminar eficazmente las bacterias que contengan. Ellas también ponen el acento en que nunca debemos consumir carne en estado crudo.

Por otro lado, es bastante importante que no mezclemos los alimentos crudos con los que están ya cocinados. Esto implica que no podemos usar indistintamente los utensilios que usemos en uno para preparar otro, al menos no sin que haberlos limpiado previamente.

Así como el pollo, otro alimento que no deberíamos lavar antes de consumir son los huevos, que tienen una superficie porosa que da la posibilidad de que entren patógenos en su interior al momento de lavarlos.