Para la investigación, los científicos han monitoreado a 12,180 trabajadores de la salud durante 30 semanas, desde abril hasta noviembre, a quienes sometieron a varias pruebas de anticuerpos. Los resultados revelaron que quienes contaban con anticuerpos contra el virus porque habían sufrido una infección previa, tenían menos probabilidades de dar positivo en la prueba de COVID-19. Con base en sus datos, los autores del estudio creen que la mayoría de las personas son inmunes a la enfermedad durante los siguientes seis meses al menos después de contraerla.
“Este estudio en curso que involucra a una gran cohorte de trabajadores de la salud ha demostrado que estar infectado con COVID-19 ofrece protección contra la reinfección para la mayoría de las personas durante al menos seis meses: no encontramos nuevas infecciones sintomáticas en ninguno de los participantes que dieron positivo en la prueba de anticuerpos, mientras que 89 de los que dieron negativo contrajeron el virus”, explicó el profesor David Eyre, uno de los científicos involucrados en el estudio, citado por The Mirror.
La investigación, que se encuentra en proceso, muestra que al menos en el corto plazo existe cierta inmunidad contra el SARS-CoV-2 en las personas que ya se han infectado, aunque también existen estudios científicos que señalan que la cantidad de anticuerpos disminuye con el paso del tiempo.
Los científicos continúan observando al personal de salud que participa en este estudio para comprobar cuánto tiempo más puede durar la inmunidad y para saber si una primera infección influye en la gravedad de una reinfección.