Lo cierto es que los problemas de circulación también llamados enfermedades vasculares, son condiciones que pueden ser comunes y leves, hasta derivarse en complicaciones graves. Entre las principales se destacan: aneurismas, arterioesclerosis, coágulos sanguíneos, enfermedades de arterias coronarias, accidentes cerebrovasculares, várices, vasculitis y hemorroides.
Las causas de los padecimientos circulatorios son diversas y en sí dependerán de la enfermedad en específico que se padezca; sin embargo tienden a relacionarse con genética, enfermedades del corazón como el colesterol y presión arterial altos, infecciones, lesiones y hormonas. A la vez existen grupos de riesgo, entre los que se encuentran personas con antecedentes de enfermedades cardíacas, adultos mayores, diabéticos, hipertensos, personas sedentarias y obesas, y algunas condiciones como es el caso del embarazo o tabaquismo.
Los síntomas dependerán de la condición misma, sin embargo pueden iniciar con cambios drásticos en la temperatura corporal (sobre todo en extremidades), fatiga, várices, arañas vasculares, hinchazón en los pies, alteración en el color de la piel, frío constante, entumecimiento, hormigueo y calambres. También se puede presentar falta de pulso, taquicardia, mareos y dolores de cabeza.
La buena noticia es que realizar cambios en el estilo de vida y alimentación, son aspectos clave en la prevención del desarrollo de enfermedades vasculares. Si bien no existen remedios que sustituyan el tratamiento médico, cuando se trata de problemas leves y en su etapa inicial o bien como una buena medida de prevención existen remedios naturales de gran potencial terapéutico.
1. Infusión de cúrcuma
No nos cansaremos de hablar de la cúrcuma y sus maravillas curativas, no en vano forma parte fundamental en las tendencias de salud y nutrición más importantes actualmente. Se cuenta con un estudio publicado en Journal of Cellular Physiology que comprueba los beneficios que brinda la curcumina (el compuesto activo de la raíz de cúrcuma) para mejorar y proteger la salud cardiovascular. Es por ello que se relaciona al consumo de cúrcuma con grandes beneficios para reducir la agregación de las plaquetas, gracias a esto mejora la circulación sanguínea.
¿Cómo preparar el remedio?
Necesitarás:
- 1 taza/250 ml de agua o leche de almendra
- 1 cucharadita de cúrcuma en polvo
- 1 pieza chica de cúrcuma
Paso a paso:
- Hierve el agua o la leche, según sea tu preferencia. Al primer hervor agrega la cúrcuma en polvo y los trocitos de cúrcuma. Hierve por 1 minuto a fuego bajo.
- Apaga el fuego, tapa el líquido y reposa.
- Cuela, si lo deseas endulza con miel cruda y disfruta en ayuno.
2. Infusión de pimienta de Cayena y miel
La pimienta de Cayena es un ingrediente de gran poder medicinal, se destaca por su alto contenido en proteínas, calcio, hierro, magnesio, potasio, rivoflavina, vitaminas B6, C y piperina. Es una especia sumamente recomendada por la Fundación Española de nutrición para estimular al corazón y circulación. Esto se debe a su riqueza en antioxidantes y tiene gran capacidad para expulsar el exceso de lípidos, limpiar la sangre y favorecer el flujo de la sangre.
¿Cómo preparar el remedio?
Necesitarás:
- 1 taza/250 ml de agua
- 1 cucharadita de pimienta de Cayena
- 2 cucharadas de miel cruda
Paso a paso:
- Hierve el agua. Al primer hervor agrega la pimienta de cayena.
- Apaga el fuego, tapa el líquido y reposa por 5 minutos.
- Disuelve la miel y consume bien caliente, de preferencia en ayuno.
3. Limonada de jengibre
El jengibre es oro líquido para la salud, se asocia con extraordinarios beneficios medicinales que se deben en gran parte a su destacado poder antioxidante y antiinflamatorio. El consumo de jengibre se asocia con todo tipo de bondades sobre todo las referentes a la salud digestiva, beneficia el sistema inmunológico, protege al organismo de enfermedades, promueve la eliminación de toxinas y potencia la pérdida de peso. También una de sus genialidades se debe a sus grandes cualidades para la salud cardiovascular gracias a sus beneficios antiinflamatorios que fluidifican la sangre, de tal manera que combaten la mala circulación.
¿Cómo preparar el remedio?
Necesitarás:
- 500 ml de agua purificada
- 2 limones frescos
- 1 pieza mediana de jengibre fresco, recién rallado
Paso a paso:
- Hierve el agua, cuando alcance el primer hervor agrega el jengibre recién rallado. Permite que suelte sus propiedades durante 2 minutos y reposa.
- Agrega el jugo de los dos limones y un par de rodajas.
- Consume como agua de mesa, de medio a un litro por día. No sólo mejora la circulación, promueve la eliminación de líquidos retenidos y depura el organismo.