¿Realmente funciona evitar el consumo de pan?
Lo primero que tienes que saber es que la cantidad de peso que se puede perder con una restricción en el consumo de pan, depende de muchos factores. Diversos especialistas en nutrición señalan que lo que comemos no determina la tasa de pérdida de peso, la cantidad de peso que se pierde depende en su totalidad del déficit de calorías.
Todos queremos perder peso lo más rápido posible, sin embargo es importante entender que la mejor manera de lograrlo es hacerlo saludablemente y a largo plazo es a través de una alimentación equilibrada que incluya todos los grupos de alimentos y sobre todo que provoque un déficit en el total de las calorías, en conjunto con actividad física. Según información liberada por la Academia de Nutrición y Dietética el consumo de pan no engorda, siempre y cuando sepamos cómo comerlo, esto envuelve varios aspectos entre los que se destaca en primer y más importante lugar el tipo de pan, las porciones y cómo lo consumimos. A la vez señalan que realizar algunas restricciones en su consumo puede beneficiar la pérdida de peso, es por ello que se recomienda aumentar el consumo de proteínas magras como es el caso de la carne de res, pollo, pescados, mariscos y proteínas de origen vegetal. Es prioritario integrar el consumo de abundantes frutas y verduras, que se destacan por su excepcional aporte en vitaminas, minerales y antioxidantes y que son un buen aliado para evitar el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares.
La opción que recomiendan los especialistas:
No en vano el pan es uno de los alimentos prioritarios de la dieta mediterránea, sin embargo no sabemos consumirlo de la manera correcta y muchos prefieren omitirlo de la dieta, sin ni siquiera saber si causa un exceso de peso.
Todo este revuelo inició con la tendencia de las dieta baja en carbohidratos o “low carb” en la cual se reduce el consumo de azúcares y almidones, con el objetivo de estabilizar la glucemia y los niveles de insulina, la hormona de almacenamiento de grasa, disminuyen. Esto aumenta la quema de grasas y brinda saciedad, reduciendo el consumo de comida y provocando la pérdida de peso. Este tipo de alimentación promueve el consumo de proteínas, verduras y grasas saludables y evita la ingesta de azúcares y almidones, que se encuentran de manera natural en productos como el pan, el arroz, la pasta, los frijoles, el maíz y la papa.
La realidad es que este tipo de alimentación si es una buena opción para perder peso, se estima que las primeras dos semanas se pueden perder entre 4 y 7 kg; sin embargo omitir grupos de alimentos eventualmente puede causar el famoso “efecto rebote”.
Los especialistas recomiendan optar por una ingesta moderada e inteligente de hidratos de carbono, que se base en la mezcla de granos enteros ricos en fibra entre los que se destacan productos como el arroz y la pasta integral, la quinoa y el mijo, son alimentos que brindan nutrición y saciedad. Una buena alternativa para contrarrestar una restricción en el consumo de pan.
El secreto esta en el tipo de pan:
La regla esta en saber elegir las variantes de pan que brinden nutrición y que se destaquen por su nulo procesamiento, de tal manera que se conserve intacta su fibra. Lo que sucede es que estamos acostumbrados a consumir pan procesado, este tipo de alimentos en su mayoría han perdido su fuerza nutricional o tienen aditivos que afectan la salud.
La mayoría de las variantes comerciales de pan se destacan por el uso de harina blanca que es el resultado del procesamiento en el cual se elimina la fibra dietética de los granos integrales, minerales, ácidos grasos y fitoquímicos. Durante este procesamiento también se le agregan ingredientes menos deseables como sodio, azúcares y grasas trans. Este grado de procesamiento tiende a cambiar la estructura básica de los alimentos, lo que conduce a picos de azúcar en la sangre y afectaciones en el peso.
¿Cómo elegir las variantes más saludables?
Si decides integrar el consumo de pan en tu dieta es indispensable que elijas las variantes que realmente brinden beneficios nutricionales y terapéuticos, de lo contrario siempre será mejor evitar el consumo de pan procesado, elaborado con harinas blancas, grasas, aditivos y azúcares.
La próxima vez que visites el supermercado encontrarás una amplia oferta de panes, sin embargo tendrás que enfocar tu búsqueda en la selección de panes que sean únicamente variantes integrales y que se destaquen por su contenido en granos integrales. Estas son las opciones saludables ya incluyen cada parte del grano, incluso si el grano ha sido picado o molido, el grano original (y sus nutrientes vitales) permanecerán intactos. Lee las etiquetas y opta por los productos que tengan la palabra “entero”, estos panes nutritivos contienen fibra de digestión lenta que lo ayuda a experimentar esa sensación de plenitud, que potencia la pérdida de peso y tus niveles de azúcar en la sangre también lo agradecerán.