Sin embargo, por su alto contenido de grasa, es importante que los consumas con moderación. Es por eso que aquí te decimos cuál es la cantidad adecuada para tu bienestar.

¿Cuánto fruto seco puede consumirse con seguridad?

Un artículo de la revista Mejor con Salud indica que existe una regla general que sugiere no consumir más de 30 gramos de frutos secos por día, lo que equivale a no comer más de la cantidad que puedes tener en el puño de tu mano.

Las grasas insaturadas presentes en los frutos secos son beneficiosas si se consumen en poca cantidad, pero esto pudiera cambiar si se consumen en exceso.

¿Cómo consumir los frutos secos?

Los frutos secos deberían consumirse después de haber sido remojados en agua por algunas horas dado que ellos suelen contener un ácido que reduce la proporción de minerales que se encuentran en el cuerpo humano. Si remojas los frutos secos, una parte de este ácido pasará al agua.

Por otro lado, remojar los frutos secos facilita su digestión debido a que la dureza que pueden presentar se ablanda ante la exposición prolongada al agua. Los frutos secos siempre deben comerse crudos, es decir, sin tostar ni con sal añadida después de ser pasados por agua.

¿Cuándo consumir los frutos secos?

Comúnmente, los frutos secos se consumen en las meriendas o durante las comidas principales. Es normal, por ejemplo, comer solamente frutos secos cuando se trata de la merienda.

Cuando se comen con las comidas principales, los frutos secos tienden a acompañar los cereales que comemos de desayuno, pero también se pueden conseguir en guisos y ensaladas.

Esta es una de las maneras en que tu alimentación impacta sensiblemente sobre tu estado de salud. Si quieres informarte más sobre cómo los frutos secos pueden prevenir el sobrepeso, te sugerimos ponerte en contacto con un nutricionista, para que pueda indicarte de manera detallada cómo incluirlos en una dieta balanceada.