La aspirina, o ácido acetilsalicílico, es uno de los medicamentos más usados en todo el mundo y se le ha empleado durante décadas para el tratamiento del dolor, la fiebre y la inflamación.
En Estados Unidos se recomienda la administración diaria de una dosis baja de aspirina a las personas mayores de 50 años que tienen un riesgo mayor del 10 % de contraer enfermedad cardiovasculares.
“Algunos opinan que la aspirina es un ‘medicamento milagroso’ por su potencial para la prevención de las enfermedades que resultan de la inflamación crónica, como el cáncer, alzheimer, parkinson y artritis”, señaló Ajay Goel, autor principal del estudio y decano del Departamento de Diagnóstico Molecular, Terapéutica y Oncología Translacional en el centro City of Hope, con sede en California.
City of Hope es una organización privada de investigación biomédica y tratamiento del cáncer, la diabetes y otras enfermedades que tiene su principal centro de estudios y experimentos en el área de Los Ángeles.
“La razón por la cual actualmente no se usa la aspirina para prevenir esas enfermedades es porque la ingestión de cualquier antiinflamatorio corroe la capa mucosa del estómago y causa problemas gastrointestinales”, explicó Goel.
“Estamos más cerca -agregó- de descubrir la cantidad exacta de aspirina diaria necesaria para el tratamiento y prevención del cáncer colorrectal sin causar efectos secundarios dañinos”.
Goel y sus colegas probaron tres diferentes dosis diarias de aspirina en cuatro líneas de células de cáncer de colon y recto, incluidos tumores con inestabilidad y mutaciones en el gen PIK3CA, que ha sido vinculado con un riesgo mayor de cáncer endometrial, de colon y de mama.
Luego, los investigadores separaron 432 ratones en cuatro grupos: uno de control, otro con una dosis de aspirina de 15 miligramos por kilo de peso; otro con una dosis de 50mg/kg; y uno más con una de 100mg/kg.
Para una persona, estas dosis equivalen a 100mg, 300mg y 600mg diarios de aspirina.
Los científicos analizaron los tumores de tres ratones en cada grupo del tratamiento en el tercer, quinto, séptimo, noveno y undécimo días del estudio.
Cuando consideraron la apoptosis celular, es decir la mortandad celular esperada y provocada naturalmente por el mismo organismo, encontraron que el porcentaje de células muertas había aumentado en todas las líneas celulares, y que la cantidad dependía del monto de aspirina consumido.
Esto, según el artículo, sugiere que la aspirina inicia un efecto dominó de mortandad celular en todas las líneas de célula colorrectal independientemente del antecedente genético.
El paso siguiente en esta investigación es determinar la dosis de aspirina que pueda usarse a diario para prevenir la enfermedad sin causar efectos como las hemorragias estomacales y cerebrales.