Entre el 90 y el 95 % de los casos de presión arterial alta corresponden a hipertensión primaria o esencial. Eso quiere decir que no es generada por otra enfermedad. El porcentaje restante sí tiene que ver con otras afecciones, o es ocasionada por medicamentos o por embarazo.
Los síntomas de la presión arterial alta no son muy específicos y, en muchas ocasiones, ni siquiera se perciben. Sin embargo, en algunos casos hay palpitaciones en el pecho o en la cabeza, mareos y malestar. Pese a todo, lo más frecuente es que no haya manifestaciones contundentes.
La presión arterial alta
El corazón bombea la sangre hacia todo el cuerpo y lo hace a través de arterias, venas y capilares. A su vez, cuando la sangre circula ejerce una presión sobre las paredes de las arterias. Algunos aparatos miden la fuerza de esa presión, y al resultado se le llama índice de presión arterial.
Existen unas arterias pequeñas llamadas arteriolas. Estas regulan el flujo sanguíneo en el cuerpo y en ocasiones se vuelven más estrechas. La ciencia desconoce el motivo preciso por lo que esto ocurre. En esas condiciones, el corazón tiene que esforzarse más para bombear la sangre. Esto lleva a que aumente la presión en los vasos sanguíneos y se genera la presión arterial alta.
La hipertensión continuada produce importantes daños al organismo. Debido a la presión que se ejerce en el interior de las arterias, estas pueden endurecerse. Esto puede llevar a un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. También es posible que el corazón se agrande y se produzcan daños oculares o renales.
Un estudio sobre el tomate común
En el Centro Médico Soroka de Israel se llevó a cabo un estudio sobre la relación entre el tomate y la presión arterial alta. La inquietud por investigar el tema se basó, en parte, en el hecho de que los italianos tienen menor prevalencia de personas hipertensas que en otras partes del mundo.
Para verificar las hipótesis, se seleccionó un grupo de pacientes que sufrían de hipertensión, pero no respondían bien a los medicamentos. A todos se les administró una serie de suplementos de tomate, durante cuatro semanas. Todos los miembros del grupo mostraron una significativa mejoría.
Esto se debió al hecho de que los tomates contienen licopeno, un potente antioxidante que se asocia con la prevención de enfermedades cardíacas. Así mismo, protege la buena salud arterial. Aparentemente, lo ideal es consumir cuatro tomates al día, bien sea enteros o en diversas preparaciones.
Un estudio sobre el tomate de árbol
El tomate de árbol, también llamado tamarillo, cigomandra o tomate francés, también es un alimento excelente para regular la presión arterial alta. Este fruto es cultivado principalmente en las zonas tropicales y se consume principalmente en jugo.
En el año 2016 varias universidades e instituciones de Ecuador y Venezuela, llevaron a cabo un estudio sobre las propiedades medicinales del tomate de árbol. Los resultados indicaron que este fruto incide positivamente en la baja de la presión arterial, en personas diagnosticadas como hipertensas.
Así mismo, se verificó que contribuye a bajar los índices de triglicéridos y de colesterol HDL. Según la investigación, el consumo diario de jugo de tomate de árbol, durante seis semanas continuas, disminuye la hipertensión y modula el metabolismo de la glucosa.
Cómo usar tomate para la presión arterial alta
Como ya lo anotábamos, lo ideal es que las personas con presión arterial alta consuman cuatro tomates crudos al día. Sin embargo, esto resulta monótono y no muy agradable después de un tiempo. Lo bueno es que hay formas deliciosas de introducir una importante cantidad de tomates a la dieta.
La primera forma, y quizá la más obvia, es hacer salsa de tomate y ponerla en los alimentos. El tomate va muy bien con casi todo. Puedes añadirlo a los fríjoles, a las pastas y a casi todas las preparaciones de sal. Le da un sabor maravilloso a casi todos los platillos.
Uno de los aspectos interesantes es que el tomate mantiene sus propiedades nutricionales, sin importar el tipo de preparación que se haga. Por eso puedes tomarlo en jugo, hacer una crema de tomate o comerlo en alguna ensalada.
Por su parte, el tomate de árbol casi siempre se toma en jugo. También se puede hacer una salsa para acompañar platos dulces o salados, o preparar una rica torta a base de este fruto.
¿Tienes la presión arterial alta? Como lo acabas de notar, el tomate puede ser un buen complemento para restablecerla a niveles normales. Sin embargo, es primordial aclarar que no remplaza los medicamentos recetados por el médico. ¡Tenlo en cuenta!