Aunque hay tantas reacciones como personas, no es raro que se cuestione si va a sobrevivir y el porqué de esta situación.
Por otro lado, los familiares y amigos cercanos presentan mucho estrés e intentan ocultar con múltiples espejismos su aturdimiento ante la existencia de este cambio.
Se convierten en proveedores de atención; proporcionan apoyo físico, psicológico, emocional y económico. “Es difícil para los familiares y amigos, la condición de salud no es solamente de uno, es de todos”, afirma la doctora Mabelis Peña, psicóloga clínica del Instituto Nacional de Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART).
Peña explicó que la interrogante que domina a los allegados es ¿cómo voy a ayudar al paciente?, y en tal sentido, detalla algunos consejos para brindarle la mejor ayuda y acompañamiento:
1. Ayudarle a informarse sobre la enfermedad.
2. Acompañarle en el proceso médico.
3. Compártele una sonrisa.
Construir una actitud positiva es una de las mejores medicinas para el alma del paciente.
4. Proponerle una comunicación asertiva.
5. Trazarse metas en conjunto.
En el proceso de la enfermedad puede perderse el sentido de la vida y tener objetivos claros es fundamental para recobrar la esperanza.
6. Exponerle casos de éxitos.
Presentarle al paciente casos de personas que han superado este padecimiento y no alguno que pueda provocar un efecto contrario.
7. Involucrarle en actividades.
Motivar pensamientos positivos y acciones que le mantengan la mente ocupada.
8. Hacerla sentir especial.
No se recomienda -
Lanzar miradas o palabras de pena al paciente.
- Presentar casos de muertes.
- Dejar de manifestarle cariño.
- Privarse de tener contacto físico como lo hacía anteriormente, ya que el cáncer no puede “contagiarse” de una persona a otra.
- Tener una actitud negativa ante la enfermedad.