En la cocina
De este vegetal se aprovecha todo. Las hojas se pueden utilizar en diferentes platillos "a la cacerola ". Por su textura crujiente, tierna y fibrosa, los tallos resultan un buen ingrediente para ensaladas, añadiéndose crudos, mientras que las semillas pueden ser usadas como condimento, basta molerlas y mezclarlas con sal para obtener "sal de apio".
A su versatilidad se suma su rico contenido vitamínico, específicamente de B1, B2 y B16, y diversas sales minerales. Es una opción liviana ya que está compuesto por un 95% de agua y es bajo en calorías (un tronco de aproximadamente 20 centímetros aporta 6 calorías y 0.1 gramos de grasas. Consumiéndolo, también podrás disfrutas de estas bondades:
1. Disminuye la presión arterial
La hipertensión ocurre cuando la presión que ejerce la sangre contra las paredes arteriales es demasiado alta. Diferentes estudios encontraron que una manera de controlar esta afección sería mediante el consumo regular de apio. Este vegetal posee un compuesto llamado ftalida, que tiene propiedades hipotensoras, es decir, ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y facilita el flujo de la sangre.
2. Reduce el colesterol
Esto se debe a que el apio es rico en fibra soluble, una sustancia que en contacto con el agua se transforma en una especie de gel que absorbe el colesterol "malo" y otros compuestos lipídicos, y potencia la concentración del colesterol "bueno". Según los expertos, solo bastaría comer dos tallos diarios durante un par de semanas para ver resultados.
3. Posible anticancerígeno
Distintos ensayos encontraron que este vegetal sería capaz de obstaculizar las funciones de ciertas sustancias, como los radicales libres, u hormonas, como la prostaglandinas, que fomentan el crecimiento de células cancerígenas. Se cree que esto es posible gracias a su rico contenido de cumarinas, compuestos que estimulan la formación de los glóbulos blancos.
4. Digestivo
Puede ser un gran aliado del aparato digestivo ya que estimula la producción de saliva y jugos gástricos que facilitan la digestión, al tiempo que aumenta los movimientos naturales del intestino previniendo gases y cólicos.
5. Diurético
Debido a que estimula la acción depurativa y diurética, el apio resulta útil para favorecer la actividad de los riñones y combatir la retención de líquidos. Según la evidencia científica, esto sería posible debido a su rico contenido en aceites esenciales, como apiol, limoneno, selineno y asparagina.
6. Ayuda a perder de peso
Por su baja cantidad de calorías y alto contenido de agua, es un alimento ideal para las personas que quieren bajar o controlar su peso. Su rico contenido en fibra, además de agilizar la digestión, te obliga a masticarlo muchas veces, lo que estimula la sensación de saciedad, frena el deseo de comer entre comidas, y lo convierten en un refrigerio ideal.
7. Antiinflamatorio
La artritis reumatoide, osteoartritis, gota, asma y bronquitis, son enfermedades que comparten un punto en común: se caracterizan por provocar una inflamación dolorosa en diferentes partes del cuerpo. El apio sería un alimento ideal para combatir estas afecciones ya que posee luteolin, un compuesto que tendría propiedades antiinflamatorias.
8. Para el insomnio
La serotonina es una de las sustancias más populares de nuestro cuerpo ya que funciona como un neurotransmisor que ayuda a regular diferentes funciones. A saber, el estado de ánimo, el apetito, la memoria, el deseo y el sueño. En caso de que sufras insomnio, un vaso de jugo de apio podría ayudarte, ya que es rico en triptófano, un aminoácido que el cuerpo usa para producir serotonina.
9. Contra los cálculos renales
El consumo regular de semillas de apio, ya sea como condimento o en infusiones, puede prevenir la formación de piedras en los riñones, a la vez que ayuda a eliminar toxinas del cuerpo. Además, tiene una acción alcalinizante y remineralizante que neutraliza el exceso de acidez de la sangre.