En la Antigua Grecia y en la medicina china ya se consumía por sus virtudes diuréticas y laxantes. También es para depurar el organismo.
Descubre en este artículo cuáles son las desconocidas propiedades medicinales de esta planta silvestre.
La verdolaga, una supuesta mala hierba
La verdolaga se conocía anteriormente a nivel popular como una mala hierba, que crecía en cualquier lugar.
Un brote de verdolaga puede aparecer, incluso, en una brecha en el cemento del suelo. Ni siquiera los agricultores la aprecian entre sus cultivos, ya que puede perjudicar a sus cosechas.
No obstante, esta planta de flores amarillas o rosas destaca por su gran resistencia y sus excelentes valores nutricionales.
Es, hoy en día, un superalimento económico y accesible. La podemos comer como cualquier otra verdura y que nos puede ayudar a mejorar muchos trastornos de salud.
Componentes de la verdolaga
La verdolaga tiene gran cantidad de de componentes naturales y propiedades beneficiosas, tales como:
- Es rica en vitaminas A, del grupo B y C.
- Contiene minerales como el potasio, el magnesio, el calcio, el hierro, el zinc o el selenio, entre muchos otros.
- Además, es una de las plantas más ricas en ácidos esenciales omega 3,en especial sus semillas.
- Esta planta también contiene buenas cantidades de mucílagos (fibra).
- Contiene antioxidantes flavonoides, fitoestrógenos y ácidos orgánicos como el cítrico o el málico.
- Como particularidad, entre sus componentes destaca la melatonina, la hormona que regula el sueño y la vigilia.
Beneficios para la salud
A continuación destacamos sus propiedades. que son muy beneficiosas de la verdolaga para la salud:
Antiinflamatoria
Tiene potentes propiedades antiinflamatorias gracias a los mucílagos, los ácidos omega 3 y su riqueza en minerales.
- De este modo podemos tratar diferentes tipos de dolores y molestias. En especial las que afectan al aparato urinario y digestivo.
Antioxidante
Los antioxidantes nos ayudan a combatir los radicales libres y prevenir el envejecimiento. Pocas plantas son tan ricas en antioxidantes como la verdolaga. Contiene:
- Vitaminas C.
- Vitamina E
- Flavonoides.
- Alcaloides.
- Betacarotenos.
- Glutatión.
Nutritiva
Su riqueza en nutrientes, así como su alto contenido en omega 3, la convierten en una planta que nos nutre en profundidad desde el interior. De este modo, mejora:
- La salud de la piel.
- El cabello.
- Las uñas.
- Las articulaciones, etc.
Cardiovascular
Los ácidos esenciales omega 3 también tienen la virtud de mejorar la salud cardiovascular.
- Estos nutrientes mejoran la circulación, regular la tensión arterial, previenen las arritmias, etc.
Digestiva
Gracias a su contenido en mucílagos, la verdolaga produce un efecto emoliente en nuestro organismo.
- Calma y suaviza nuestro sistema digestivo y las vías urinarias para evitar las patologías más frecuentes.
- Además, combate el estreñimiento gracias a su alto contenido en fibra.
- Previene los parásitos intestinales.
Diurética
Actúa como un excelente remedio natural para eliminar el exceso de líquidos que retenemos en nuestro cuerpo.
- De este modo, combatimos la hinchazón y el sobrepeso.
Antiulcerosa
Los mucílagos de la verdolaga también protegen las paredes de los órganos.
- Previenen la gastritis y las úlceras que aparecen en el tracto digestivo.
Hipoglucemiante
La verdolaga ayuda a reducir de manera natural los niveles de azúcar en sangre.
- De este modo podemos prevenir trastornos como la diabetes, la obesidad o la resistencia a la insulina.
Además de las propiedades anteriormente citadas, la verdolaga también es:
- Febrífuga: Reduce la fiebre de manera natural.
- Antiséptica: Tiene propiedades antimicrobianas muy efectivas.
¿Cómo la comemos?
Aunque la verdolaga es un superalimento, todavía no se clasifica como un remedio para todos estos trastornos. En este sentido, es difícil encontrarla en diferentes formatos.
- Recomendamos cultivarla o recogerla de lugares libres de contaminación.
- Se puede consumir a modo de verdura.
- Del mismo modo que haríamos con los berros o las espinacas, podemos cocinarla en salteados, ensaladas, sopas, o cremas.
Gracias a su contenido en mucílagos, de textura gelatinosa, podemos aportar cremosidad a nuestras cremas. De este modo evitaremos añadir otros ingredientes menos saludables como crema de leche o queso.