Se le conoce como chayotera, cidra, chuchu o papa del aire, en Colombia se cultiva en el altiplano cundiboyacense y también en otros países latinoamericanos como México, Guatemala y Ecuador, en donde, al igual que el nuestro ha sido maltratada y enviada a los más bajos peldaños de la escalera alimenticia cuando debería estar ubicada en el podio por su riqueza nutricional.
Esta hortaliza fue popular en las tribus indígenas en el momento de la llegada de los conquistadores españoles pero con la introducción de nuevas costumbres su consumo se desestimó, a tal punto que con el paso de los siglos brotaba silvestremente pero no se recogía para el consumo humano por considerarse amarga pero ideal para alimentar de forma barata a los cerdos en las fincas.
La tayota no requiere mayores protocolos y presentaciones, sencillamente es un fruto milagroso por su calidad nutricional y por su poder eficaz comprobado en el tratamiento de diversas afecciones.
La propiedad más comunicada de este fruto prodigioso tiene que ver con su poder antioxidante que prolonga la vida y retrasa el envejecimiento de la piel y los diferentes órganos del cuerpo, prueba de ello son las famosas momias de San Bernardo, un municipio cundinamarqués en el que los difuntos se momifican.
¿La razón?, según estudios, se debe al elevado consumo de tayota en la dieta de los habitantes de esta población, pues no solo los cuerpos de los fallecidos se conservan muy bien durante años sino que las personas de este lugar viven muchos años, un gran número de habitantes alcanza el siglo de existencia.
La tayota es un magnífico regenerador celular y regula el ritmo cardiaco por lo cual ha sido introducida recientemente en la dieta de los pacientes con problemas del corazón mejorando ostensiblemente su condición.
Regula los niveles de colesterol y uno de sus principales atributos especialmente difundidos en los últimos años tiene que ver con su enorme aporte para bajar de peso por sus propiedades diuréticas y porque brinda una sensación de saciedad al ser consumida.
La tayota también se recomienda para los pacientes de diabetes por su propiedad para rebajar los niveles de azúcar aparte de proveer al organismo de vitamina C, minerales y carbohidratos y es un poderoso analgésico y antiinflamatorio.
Si bien su sabor no es el más agradable, la gastronomía moderna lo comienza a usar en preparaciones gourmet pero su poder curativo es enorme y cada día se comprueban sus beneficios.
Para recuperar la salud, mantenerla y hacerla de hierro, nada mejor que la tayota, un súper alimento que ya deja de ser llamado “de pobres” para ser apetecido por todas las clases sociales. Entonces, ya no hay excusa, ¡a comer tayota para vivir 100 años!