El chocolate es uno de los alimentos que más se han “demonizado”. Pues, muchos indican que es malo para nuestra salud. Sin embargo,
cada vez son más los estudios que afirman que el cacao tiene propiedades que pueden ayudarnos en varios aspectos. Por ejemplo, en reducir el envejecimiento cerebral.
Cacao, potente antioxidante natural
- El cacao es uno de los máximos depuradores del organismo que se conocen.
- Se recomienda para mejorar la salud en las personas mayores.
- Además, es sabido que nos quita la depresión y el mal humor.
Tomar a diario una bebida preparada con cacao puede mantener en buenas condiciones la salud del cerebro en los adultos y ancianos. Es decir, puede ayudar a retrasar el envejecimiento cerebral.
En un estudio (publicado en la revista Hypertension) se hicieron pruebas a casi 100 personas con deterioro cognitivo leve (MCI, por sus siglas en inglés). Este, dificulta la memoria, el lenguaje y la toma de decisiones.
Durante 2 meses algunos de ellos consumieron a diario una bebida de cacao. Terminado este período los médicos encontraron mejoras considerables en comparación con aquellos que no la habían consumido.
Los pacientes obtuvieron mejoras en las pruebas de atención y habilidades gracias a la ingesta de flavonoides presentes en el cacao. Hasta el momento se sabía que estos nutrientes favorecían la salud cardíaca. Sin embargo, ahora se sabe que mejoran las condiciones de la mente.
Se sigue investigando para determinar si el cacao podría llegar a tener incidencia o mejorar enfermedades de deterioro cognitivo más graves como es el caso del mal de Alzheimer. Aún no se ha llegado a conclusiones certeras.
¿Cuánto cacao se puede consumir?
Tampoco es cuestión de comer chocolate todos los días con la excusa de que es bueno para el cerebro. Principalmente para las personas mayores de 65 años y los que tienen problemas de sobrepeso u obesidad no sería tan beneficioso.
¿Por qué? Porque puede ser contraproducente en otras cuestiones. El chocolate tiene cierto aporte de calorías que vale la pena tener en cuenta.
Además, es alto en grasas. Es decir, si bien podría mejorar la funciones cerebrales por un lado, también podría perjudicar otras áreas del cuerpo. Si se consume de manera controlada y equilibrada no hay problemas.
La ingesta recomendada oscila los 20 gramos de chocolate al día como máximo. Mejor si es cacao bien oscuro, puro o amargo. Eso nos aportará unas 100 calorías. Comer más cantidad podría generar desequilibrios en la cantidad de kilocalorías permitidas por día (2 500 en los hombres y 2 200 en las mujeres).
Si se practica deporte y se lleva una vida saludable esos 20 gramos de chocolate no significarán demasiado para el organismo en cuanto a grasas y calorías. En el caso de las personas que siguen una dieta estricta, igualmente deberían poder comer un trozo de chocolate al día o a la semana.
De esta manera estarían reduciendo la ansiedad que provoca hacer régimen dietario y la presión autoimpuesta por los kilos que desean bajar. Por lo tanto, “darse el gusto” de consumir cacao no está mal si se hace de forma consciente y de vez en cuando.
Chocolate, cerebro y placer
Cuando estamos tristes o deprimidos es probable que tengamos ganas de comernos una tableta de chocolate. ¿A qué se debe esto? Justamente a sus propiedades. Estas inciden de forma directa en el cerebro aportando una sensación de bienestar. Incluso es un potente antidepresivo.
Con el solo hecho de leer o decir la palabra “chocolate” ya se produce una reacción en nuestra mente. El cacao tiene propiedades relacionadas con la actividad cerebral.
¿Qué contiene el cacao? ¿Por qué nos gusta tanto? Esa es la pregunta que se han hecho los científicos durante mucho tiempo, hasta que pudieron determinar sus componentes principales:
- Estimulantes (cafeína y teobromina)
- Antidepresivos (triptófano)
- Estimulantes del placer y la satisfacción (feniletilaminas)
- Antiinflamatorios, antihipertensivos y antitrombóticos (para reducir infartos y angina de pecho)
- Antioxidantes flavonoides (pueden reducir el envejecimiento cerebral)
Muchas civilizaciones americanas como la maya y la azteca utilizaban los granos de cacao y las bebidas preparadas con ellos como medicina. Se lo ofrecían a las personas con fiebre, muy cansadas o delgadas.
No obstante, hay que destacar que era una comida reservada para el clero y la nobleza. ¡El resto de la población podía ser condenada a muerte si la ingería! La excepción eran los soldados, a quienes se les daba una especie de caramelo de cacao para estimularlos durante las luchas.
Chocolate, vino, resveratrol y envejecimiento cerebral
No estamos hablando de una receta para una noche romántica, pero se le parece bastante. Además de formar parte de una ocasión especial, el vino y el chocolate tienen otra cosa en común: el resveratrol.
Este antioxidante ayuda a reducir el envejecimiento cerebral. Así es, el mismo al que se le suele restar importancia porque estamos más enfocados en que no se noten la arrugas del rostro.
El envejecimiento del cerebro comienza a partir de los 30 años. No quiere decir que el día que soples esa cantidad de velas en el pastel tu mente empezará a fallar, pero sí que es necesario cuidarse un poco más, lo mismo que ocurre con la piel.
Durante este proceso se producen ciertos cambios en el tejido cerebral. Por ejemplo, de a poco disminuye su peso y consume menos cantidad de glucosa y oxígeno.
Esto repercute en la memoria. ¿Por qué? Porque las neuronas se destruyen o se atrofian y no pueden hacer sinapsis (conexiones). También se nota una reducción en la percepción de las cosas, la concentración y la atención. A su vez, se debilitan los sentidos, la rapidez de reacción y de aprendizaje, se olvidan los nombres, etc.
Si bien no somos capaces de evitar el paso del tiempo y lo que cumplir años significa para el organismo, tenemos la posibilidad de reducir los cambios o ralentizarlos. Además de los ejercicios cerebrales o mentales como, por ejemplo, los crucigramas o el sudoku o incluso aprender un idioma pasados los 50, la comida es fundamental.
Llevar una dieta equilibrada nos ayuda a conseguir mejoras en cuanto al envejecimiento cerebral. Mediante la ingesta de resveratrol (presente mayormente en el chocolate y en el vino) podemos disfrutar de ciertos efectos antienvejecimiento.