El trastorno narcisista de la personalidad es una afección mental que hace que el individuo tenga un sentido exagerado de egocentrismo, aprecio a sí mismo y escasa empatía por los demás. Suele pensar que merece un trato especial y tiene una necesidad extrema de ser el centro de atención.
A menudo tienen carencias en el ámbito interpersonal, pues focalizan toda su atención en sí mismos y no les importa lo que les pueda suceder a otros. De hecho, solo aprueban a terceras personas cuando estas ratifican sus aires de grandeza mediante halagos constantes.
Sin embargo, detrás de su máscara de seguridad extrema, hay una autoestima frágil que puede verse deteriorada con la crítica más mínima. Debido a esto, tienden a caer con facilidad en estados depresivos, ya que sienten infelicidad y decepción al no estar al nivel de sus expectativas.
Asimismo, no se sienten satisfechos con sus relaciones, se comparan constantemente y creen que nadie está a su nivel. ¿Cuáles son sus causas? ¿Cómo identificarlo? A continuación te contamos qué factores lo pueden detonar y cuáles son las señales para reconocerlo.
Causas del trastorno narcisista de la personalidad:
Como ocurre con otros trastornos de salud mental, no hay una causa exacta para explicar el trastorno narcisista de la personalidad. Sin embargo, se cree que se desarrolla por una combinación de factores neurobiológicos, genéticos y ambientales.
Considerando esto, una persona tiene más riesgo de padecerlo cuando:
Tiene o tuvo malas relaciones familiares, ya sea por exceso de devoción o por exceso de críticas.
Sufre alteraciones en las conexiones cerebrales de la conducta y el pensamiento.
Alguno de sus padres o familiares cercanos tiene antecedentes de la enfermedad.
Es elogiado por su apariencia o capacidades excepcionales.
Síntomas del trastorno narcisista de la personalidad:
Las señales que permiten identificar el trastorno narcisista de la personalidad son variables, al igual que la severidad con que se presentan. A menudo, la persona que lo padece es demasiado vanidosa, exagera sus capacidades y mira a los demás como inferiores.
Otros síntomas incluyen:
Tener un sentido exagerado de prepotencia.
Sentir la necesidad constante de ser admirado u exaltado.
Esperar un reconocimiento de superioridad aunque sus logros no lo ameriten.
Exagerar sus logros y talentos.
Preocuparse por fantasías sobre el éxito, el poder y la pareja perfecta.
Sentirse superiores que los demás, comparándose constantemente.
Sentir que solo pueden vincularse con personas especiales, a su altura.
Monopolizar las conversaciones y desprecias a quienes perciben como inferiores.
Esperar favores especiales.
Aprovecharse de otros para beneficio propio.
Falta de empatía.
Envidiar a otros y creer que le tienen envidia.
Comportarse de manera arrogante o engreída.
Insistir en tener lo mejor de todo.
De igual forma, una persona con trastorno narcisista de la personalidad tiene poca tolerancia a la crítica y le cuesta enfrentar cualquier situación donde se le lleve la contraria. En consecuencia, también dejan ver señales
como:
Impaciencia y enojo.
Dificultades para tener relaciones sociales.
Deprecio y maltrato hacia los demás para dar la impresión de que son superiores.
Dificultad para regular sus emociones y conducta.
Depresiones por no alcanzar la perfección.
Sentimientos de inseguridad, vergüenza y humillación.
Incapacidad para manejar el estrés y adaptarse a cambios.
Diagnóstico:
El diagnóstico del trastorno narcisista de la personalidad suele ser complicado. Muchos de sus síntomas son similares a los de otros trastornos de la personalidad. Además, es posible que se diagnostique más de un trastorno de la personalidad al mismo tiempo.
Para poder confirmar esta enfermedad mental, el profesional en salud considera los criterios del manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DMS-5). También hace una exploración física y realiza una evaluación psicológica intensiva.
Tratamiento para el trastorno narcisista de la personalidad
Es muy difícil que una persona con trastorno narcisista de la personalidad acceda a un tratamiento. Debido a su conducta egocéntrica, no suele aceptar que tiene problemas y, por ende, no ve la posibilidad de recibir ayuda.
Ahora bien, si recibe un diagnóstico y decide ponerse en terapia, el profesional de salud mental aconseja varias sesiones de terapia cognitiva-conductual. Sus objetivos son:
Enseñar a relacionarse mejor con los demás.
Comprender las causas de las conductas.
Ayudar a mantener relaciones personales reales.
Fortalecer la capacidad de colaboración grupal.
Reconocer y aceptar las capacidades reales para poder tolerar las críticas y fracasos.
Aumentar la capacidad para controlar los sentimientos.
Liberar el deseo de cumplir metas inalcanzables.
Mejorar la autoestima.
Controlar los momentos de estrés.
Medicamentos:
No existen medicamentos específicos para combatir el trastorno narcisista de la personalidad. No obstante, se puede sugerir el uso de ansiolíticos o antidepresivos para controlar los síntomas de la ansiedad y depresión.
Finalmente, cabe mencionar que la afección puede empeorar o mejorar con los años, en función de su causa y estilo de vida. Hay mucha mejoría si el afectado tiene relaciones personales saludables y si mantiene el tratamiento.