Los bebés aun no nacidos suelen moverse y patear el útero de su madre, y no lo hacen en vano. Según un estudio realizado por especialistas del University College de Londres, de esta manera los pequeños crean un "mapa" de su propio cuerpo y exploran el entorno, recoge el portal Medical Express.
El equipo, liderado por el doctor Lorenzo Fabrizi, examinó 19 bebés nacidos entre las semanas 30 y 40 del embarazo. Los especialistas midieron sus ondas cerebrales en el momento en que movían sus extremidades durante el sueño de movimientos oculares rápidos (MOR, por sus siglas en inglés), descubriendo que con cada patada se agudizaba actividad de ciertas partes del cerebro. En mayor medida esa relación se notaba en los bebés prematuros que a esa edad debían permanecer todavía dentro del útero.
La conclusión a la que llegaron los científicos a partir de estos hallazgos es que las patadas de los bebés en las últimas etapas del embarazo ayudan al desarrollo de las áreas del cerebro encargadas de la información sensorial. Según afirman, se trata de la forma en que el bebé desarrolla la sensación de su propio cuerpo.
Los investigadores señalan que su estudio puede ayudar a "proporcionar el entorno hospitalario óptimo para los bebés que nacen antes de tiempo, para que reciban la información sensorial adecuada". "Por ejemplo, ya es una rutina que los bebés estén "anidados" en sus cunas: esto les permite "sentir" una superficie cuando sacuden sus extremidades, como si todavía estuvieran dentro del útero", agregan.
(Fuente: RT)