1 Protegen contra la anemia
El hígado contiene mucha vitamina A y hierro, pero, en realidad, su mayor ventaja es que provee tres veces la cantidad diaria necesaria de vitamina B12, que ayuda a los glóbulos rojos y fortalece la regeneración celular. Para quienes padecen anemia, los higaditos de pollo son, probablemente, la mejor solución para combatirla.
2 Mejoran la visión
Esto es debido a que los higaditos de pollo proveen el 288 % de la cantidad diaria recomendada de vitamina A, un poderoso protector ocular. La visión se agudiza debido a que recibe un shock de retinol, alfa y betacarotenos, incluyendo licopenos. Si el cuerpo recibe insuficiente vitamina A, la visión nocturna se resiente e, incluso, puede provocar una sequedad ocular tan severa que puede ocasionar infecciones y, eventualmente, pérdida de la visión. Los científicos han descubierto también que la vitamina A reduce el riesgo de padecer cataratas y degeneración macular en la tercera edad, y se utiliza para tratar a las personas que sufren de retinitis pigmentosa. La necesidad de vitamina A en adultos es de 900 mcg diarios. Una sola porción de 30 g de hígados de pollo contiene, aproximadamente, el 130 % de su ingesta diaria recomendada de vitamina A.
3 Son buenos para los tejidos
Algunos problemas, como el dolor alrededor de los labios y la lengua, y también el agrietamiento o descamación de la piel en las esquinas de la boca indican la falta de riboflavina en el cuerpo. Esta es conocida como la vitamina B2, que es esencial para la reproducción normal, el crecimiento, la reparación y el desarrollo de los tejidos corporales, incluida la piel. El hígado de pollo contiene 2,3 de riboflavina, equivalente al 120 % de su ingesta diaria recomendada en una porción de 30 g.
4 Ayudan a la fertilidad
La fecundidad es un problema frecuente en la actualidad. Los hígados de pollo también son buenos para las mujeres que estén planificando su embarazo. Un solo hígado de pollo, que suministra 254 mcg de los 400 mcg de ácido fólico que se necesita sobre una base diaria, ayuda a promover la fertilidad, así como a prevenir los defectos del tubo neutral (espina bífida) durante el desarrollo del bebé. El folato también se conoce como vitamina B9. El ácido fólico es una forma de folato que se añade a los alimentos fortificados. El hígado de pollo contiene alrededor del 60 % de su ingesta diaria recomendada.
Además, los higaditos de pollo contienen un montón de ácido pantoténico, que ha probado ser muy beneficioso para apoyar el trabajo del sistema suprarrenal en el cuerpo. Cuando el sistema suprarrenal funciona correctamente, entonces el sistema de hormonas, incluyendo la testosterona, aumenta. Es decir, en los hombres aumenta la resistencia de los espermatozoides y las probabilidades de fertilizar al óvulo.
5 Ayudan a combatir el estrés
Para aquellos que trabajan muy duro y se sienten estresados, comer hígado de pollo es una muy buena idea. El estrés es una condición del cuerpo que es afectada por las hormonas de cortisol. Si esa condición no es estable, la producción de adrenalina no será equilibrada. Si la glándula suprarrenal funciona correctamente, entonces, habrá algún sistema de liberación de hormonas para aliviar el estrés. El hígado de pollo está lleno de nutrientes que pueden apoyar el papel de las glándulas suprarrenales y ayudar a combatir el estrés, sobre todo por su riqueza en ácido pantoténico. Incluso puede influir en la siesta y hará que el tiempo de sueño sea más estable.
6 Impulsan la mente, la energía y el sistema inmunológico
El hígado de pollo tiene el 72 % del hierro que necesita diariamente el ser humano, además de otros minerales esenciales, como zinc, fósforo y magnesio. Esto contribuye a prevenir la anemia y también fortalece la salud del sistema inmunológico. El hierro se utiliza para formar los glóbulos rojos y mantener el oxígeno en la sangre. Mientras que su aporte de zinc también es importante para ayudar en el proceso de división celular, formación de ADN, curación de heridas, proporcionar energía e impulsar el sistema inmunológico.
7 Son buenos para los dientes y huesos
Otro beneficio del hígado de pollo está relacionado con la salud de los dientes y huesos. Su contenido de fósforo es mayor al 40 % en una porción de 100 g. El fósforo proporciona excelentes beneficios para la salud de dientes y huesos, ya que combinado con el calcio ayuda al cuerpo en el mantenimiento y crecimiento de dientes y huesos, especialmente para los niños.
8 Mantienen la buena salud de la piel, uñas y pelos
Los higaditos de pollo contienen un 52 % de proteínas que ayudan a mantener la piel, las uñas y los cabellos en excelentes condiciones.
9 Ayudan a prevenir la pelagra
La falta de suministro de niacina en el cuerpo se muestra en forma de pelagra, una enfermedad con síntomas como delirios, diarrea, membranas mucosas inflamadas, llagas y piel escamosa. El hígado de pollo y atún son algunas de las fuentes más elevadas de niacina.
10 Previenen la pérdida de memoria
La vitamina B12 contenida en el hígado de pollo ayuda a afilar la memoria. El hígado de pollo es realmente poderoso para combatir la enfermedad de Alzheimer. Esta vitamina puede mantener el cerebro más agudo, según un estudio de 2010. Solo se necesita una taza de higaditos de pollo para obtener el 228 % de la dosis diaria recomendada de la vitamina B12 y prevenir el síndrome de pérdida de memoria.
Cómo consumirlos
Limpie la grasa y divídalo en dos. No es necesario, pero se lo puede desangrar en agua con un buen chorro de vinagre y enjuagar varias veces. Luego, se puede cocinar entero o rebanado, salteado con cebolla picada, papas, champiñones y locotes, por ejemplo. Enteros se pueden ensartar en brochetas supernutritivas, cocinarlos a la parrilla hasta que se vuelvan firmes, y condimentarlos con sal y pimienta. Cortar los hígados de pollo cocidos y agregarlos a una salsa de pasta o un plato de sopa de fideos de pollo.
Los puntos en contra
El colesterol. El consumo de hígado de pollo es muy seguro para la salud, pero no se debe abusar. Hay que considerar sus efectos secundarios, ya que se coloca en el primer lugar entre todos los alimentos por su gran contenido en colesterol. Esto significa que no es recomendable para personas con alto colesterol, así como aquellas con problemas renales y mujeres embarazadas. Cuando comemos alimentos ricos en colesterol, nuestro cuerpo puede tener algunos problemas. El hígado de pollo causará un aumento en los niveles de colesterol en la sangre si lo consumimos en demasiada cantidad y ello, a la larga, puede conducir a padecer enfermedades del corazón.
Una porción de 30 g de hígado de pollo cocido contiene alrededor de 45 kcal con solo alrededor de 1 g de grasa, 15 mg de sodio, 7 g de proteínas y sin carbohidratos. Por desgracia, ese mismo tamaño (30 g) también contiene una enorme cantidad de 180 mg de colesterol, más de la mitad de la ingesta diaria recomendada para una dieta típica. Además, si se cocinan en aceite, se deben tener en cuenta las calorías añadidas y la grasa en el aceite al determinar la nutrición total en su porción de hígados de pollo.
La vitamina A. El otro problema es el de la vitamina A. Un solo hígado de pollo de 30 g contiene 5864 unidades internacionales de vitamina A, un nutriente que es esencial para la salud de los ojos y glóbulos blancos. Pero esto es más que las 2300 unidades internacionales recomendadas para las mujeres y las 3000 unidades internacionales recomendadas para los hombres. Tomar demasiada vitamina A puede inhibir la capacidad de su cuerpo para absorber adecuadamente la vitamina D y puede ser perjudicial para el bebé en mujeres embarazadas. No tome más de 2800 mcg (9.333 UI) por día. Si utiliza medicamentos para el acné oral que contienen isotretinoína, tampoco tiene que tomar suplementos que contengan vitamina A.
El contenido de fósforo es demasiado alto para los que padecen una enfermedad renal, ya que podría causar que el calcio no se asimile en sus huesos.