El color rojo es sin duda uno de los colores más poderosos que podemos encontrar en cualquier paleta de color. Es un tono muy poderoso y atrevido y, aunque no lo creas, siempre tiene cabida en nuestro hogar.

Aporta calidez, energía y es muy llamativo y, si sabemos utilizarlo adecuadamente, podremos crear ambientes originales y muy personales dentro de las cuatro paredes de nuestra casa. Al contrario de lo que puedas pensar, puede ser el color que necesitas para darle ese toque distintivo.

Características del color rojo

Los tonos brillantes y fuertes como el rojo se asocian directamente a espacios modernos y vanguardistas. Por su parte, los colores más suaves como el amarillo claro, el color salmón o el melocotón se relacionan con ambientes más relajados y cálidos.

Puedes jugar con todas las tonalidades y crear contrastes que dan muy buenos resultados: tan solo necesitas saber cómo combinarlos de la mejor manera y más si ya tienes la decoración de tu casa muy marcada.

El rojo es un color primario, cálido y que transmite mucha energía; siempre causa un impacto visual y estimulante. Puedes utilizarlo para combinarlo con colores de madera, metales o diferentes tapizados.

Lo podemos encontrar en gran cantidad de elementos decorativos como encimeras de cocina, baldosas de suelo, azulejos para el baño… También está presente en los diferentes textiles que se usan en una casa, desde cortinas a cubresofás o alfombras.

¿Lo sabías? Hay colores que actúan sobre nuestros sentimientos: ¿Cuál es el tuyo?

Cómo reaccionamos ante el color rojo

Este color es estimulante: Nuestro cuerpo lo acepta y reacciona ante esas ondas luminosas. El rojo es el que mayor longitud de onda y mayor nivel de vibración tiene. Por ello se considera uno de los más estimulantes para el ser humano. Nos llama mucho la atención.

Es un color luminoso: Si lo colocamos en una habitación, ya sea pintando las paredes o añadiendo un elemento de este color, hará que la estancia se vuelva más cálida porque el rojo absorbe la luz. Es cálido y muy sensual.

Cómo incluir el color rojo en tus decoraciones

Los espacios libres también son necesarios dentro de las casas.

Lo podemos incluir en cualquier estancia: la cocina, el cuarto de baño o el salón. Realza cualquier otro motivo decorativo como la mesa del comedor, las estanterías o el mismo sofá.

Se puede combinar con otros colores como el negro, el blanco, gris o incluso el amarillo. Tan solo tenemos que arriesgar un poco y dejar que vuelve nuestra imaginación. A continuación te decimos algunas ideas fantásticas para que arriesgues con este color rojo.

¿Dónde colocar el rojo en nuestra casa?

El color rojo no se adapta a todas las habitaciones de nuestra casa. Por ejemplo, tenemos que buscar el dinamismo en aquellas en las que queramos que haya más movimiento.

Puesto que no se trata de un tono relajante, deberíamos evitar utilizarlo en nuestro dormitorio, ya que esta es una zona de descanso y reposo.

Combínalo con el resto de colores

No todos los colores casan entre sí. Es cierto que si buscamos un hogar con toques más eclécticos, donde nada combina con nada, podemos arriesgar mucho más y ‘volvernos más locos’. Sin embargo, si tan solo quieres darle un toque diferente a tu hogar, combínalos con los siguientes colores:

Combina muy bien con el blanco. Esto sucede porque el rojo recibe mucha luz. Así, si lo colocamos al lado del blanco hará que destaque. En una habitación con paredes blancas, no hay ningún problema en colocar una alfombra o un sofá rojo o un gran cuadro donde predomine este color.

Es perfecto para que resalten nuestros muebles de madera. El color rojo transmite un efecto suave aunque parezca lo contrario. Junto a los muebles de madera se puede encontrar ese toque moderno.

Los tonos más oscuros como son los grises, azules oscuros o negros también puedes lograr efectos sublimes.

Es importante recalcar que para esta última combinación necesitaremos una gran fuente de iluminación, ya sea natural o artificial, para que ese rincón de la casa no se apague.

Consejos a la hora de utilizar el color rojo

A continuación, te damos algunos consejos prácticos para no errar en la elección, porque en algunas transformaciones y decoraciones de interior volver atrás resultaría muy frustrante:

El color rojo es muy dominante, por ello, tienes que estar muy seguro a la hora de emplearlo.

Si decides pintar las paredes de rojo, no pintes las cuatro paredes, ya que podrías conseguir un efecto muy recargado y agobiante.

Juega con tu mobiliario y con los artículos decorativos. Como ya hemos indicado anteriormente, no hace falta añadir el color rojo tan solo pintando las paredes: puedes añadir este color con una gran butaca o unas cortinas.

En los dormitorios infantiles es una buena idea añadirlo, ya sea con las sábanas de color rojo o un mueble de este color. Brindarán alegría y sobre todo energía.

Puedes transformar un antiguo mueble y pintarlo de rojo, así lo restaurarás y le darás una segunda vida.

Como has podido comprobar, el color rojo puede ser nuestro protagonista a la hora de decorar. Se emplea en momentos puntuales para crear dinamismo y romper la monotonía de nuestro entorno.

Pon en práctica nuestros consejos para transformar tu hogar y darle ese toque diferente y, sobre todo, original.

(Fuente: Mejor Con Salud)