1. Utiliza platos más pequeños y vasos más largos
Cuando usas platos muy grandes, inconscientemente te sirves porciones más grandes. Tu cerebro es fácilmente engañado por los cambios de perspectiva, algo así como un efecto óptico. Utilizando esto a tu favor, puedes reducir ligeramente la cantidad de alimentos que comes sin la sensación de que estás privándote.
Por lo tanto, el tamaño sí importa cuando se trata de tu plato. Pero una vez que hayas encontrado un tamaño razonable, aparece una pregunta importante: ¿que me serviré en ese plato? Tendemos a comenzar pensando en cuánta carne, pollo, pescado o guiso nos serviremos, es decir, vemos a la proteína como el protagonista de nuestro plato.
Aquí es donde viene el truco para adelgazar: si comenzamos a pensar en las verduras como las protagonistas, es probable que toda la comida llegue a ser más sana de forma automática.
Por otro lado, recuerda que tu cerebro es fácil de engañar, y si consumes algo que sabe dulce, pero que no aporta azúcar -como los endulzantes dietéticos- tu cerebro continúa con el antojo de algo dulce y te hace más susceptible a
2. Cuenta el número de veces que masticas los alimentos
Puedes empezar a hacer el segundo de estos trucos mentales que te ayudarán a perder peso como un juego que te ayuda a saborear tus alimentos y a comer con más atención. Cuenta el número de veces que masticas cada alimento y trata de aumentar el número en cada bocado.
De esta forma, evitas comer más de la cuenta y te sentirás más satisfechosin sentirte a punto de explotar. Lo que también ayuda a que las decisiones posteriores a esta comida sean mucho más saludables y así adelgazar será una tarea simple. Además, comer despacio es una forma de agradecer lo que tienes en tu plato. Es importante fomentar una filosofía de respeto hacia nuestros alimentos, y una forma de hacerlo es saborearlos con más cuidado.
3. Mide las cantidades antes de servirlas en el plato
Comer directamente del envase ocasiona que perdamos el control sobre las porciones de alimentos, lo que hace que comamos mucho más de la cantidad necesaria para satisfacernos. Por eso, es importante que siempre midas lo que te sirves y no comas directamente del envase.
¿Recuerdas el truco de los platos más pequeños? Puedes hacer lo mismo para engañar a tu cerebro: usa una cuchara más pequeña para servirte. Así, inconscientemente, sentirás que te estás sirviendo mucho más de lo habitual.
4. Divide los envases grandes en otros más pequeños
Consumir una porción más grande hace que consumas más del 70% de los alimentos y, por supuesto, más calorías. Pero las porciones pequeñas son capaces de proporcionar una sensaciones similar de satisfacción a las porciones más grandes.
El cuarto de estos trucos mentales que te ayudarán a perder peso consiste en colocar tus alimentos en pequeñas bolsitas de plástico o recipientes pequeños. Esto te ayuda a sentir como si te comieras el envase completo y satisface tu cerebro.
Por ejemplo, divide la bolsa de frutos secos -como nueces, almendras, pistachos o cacahuetes- en más bolsitas pequeñas. Cuando sientas un antojo de algo salado o hambre entre comidas, solo tendrás que tomar una bolsa pequeña. Un punto importante que debemos recordar: no comer directamente de un paquete, sírvete la porción en un recipiente.
5. Trucos mentales: coloca los alimentos más saludables a la vista
Nuestro cerebro elige aquellos alimentos que tenemos más al alcance y, si tenemos el cuidado de tener alimentos saludables listos para comer, estaremos decidiendo mejor el 100% del tiempo. Por ello, coloca frutas y verduras a la vista y a tu alcance, y oculta todos los alimentos que no te ayuden a adelgazar, escóndelos o aléjalos de tu alcance.
Un punto importante, si quieres dejar de batallar contigo mismo, pon a prueba tu fuerza de voluntad una sola vez en el supermercado y no compres alimentos procesados o precocinados. Con todo esto podremos conseguir una alimentación saludable sin caer en los antojos que impedirán lograr los resultados esperados.