La mayoría de las personas entiende que este término solo está ligado a personas que padecen alguna condición cardiovascular, como hipertensión, diabetes, sobrepeso u otro factor de riesgo. No obstante, una arritmia es más común de lo que se piensa en las personas, pasando incluso desapercibida en la mayoría de los casos.
Para empezar, ¿a qué llamamos arritmia? Se define como un trastorno o alteración del ritmo cardiaco, que bien puede ser más acelerado de lo normal o más lento.
Ocurre cuando el corazón late más rápido de 100 latidos por minuto (taquicardia) como también si el corazón late menos de 60 por minuto (baquicardia).
En cualquiera de los casos, afirma la especialista en electrofisiología Carmen Encarnación, debe prestársele atención e investigar por qué ocurren las alteraciones, ya sean esporádicas o frecuentes.
Las arritmias cardíacas aparecen por alguno de estos motivos: el impulso eléctrico no se genera adecuadamente, sino que se origina en un sitio erróneo, o puede ocurrir que los caminos para la conducción eléctrica están alterados. Pero, ¿qué causan estas alteraciones? ¿Tiene que ver el estrés con ello? Las situaciones de estrés pueden provocar un episodio de fibrilación auricular, que es la arritmia más frecuente, con una prevalencia del 1% entre la población dominicana que presenta en las consultas y emergencias un tipo de arritmia provocada por esta condición emocional.
¿Qué tiene que ver el estrés?
A este pregunta la especialista responde que son muchos los casos de pacientes con situaciones estresantes que le generaron la alteración del corazón.
Según Encarnación, quien es también jefa del Departamento de Arritmias del Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), la ansiedad o alguna emoción fuerte, positiva o negativa, pueden producir que se altere el ritmo del latido del corazón, derivando en una arritmia. Esta será habitualmente de carácter benigno, como una taquicardia sinusal, y normalmente desaparecerá una vez pasado el estímulo.
Estudios relacionan el exceso de estrés con aumento del riesgo cardíaco en muchas ocasiones, ya que no solo incrementa las posibilidades de sufrir una enfermedad coronaria, también puede desencadenar arritmias, a veces de cuidado.
Por lo que la especialista en cardiología aconseja evitar situaciones de tensión o ansiedad, en especial a aquellos pacientes que padecen de constantes arritmias o taquicardias.
Asegura, asimismo, que aunque no siempre una arritmia es producida por el estrés, en muchos casos el trauma es producido por otros factores.
La cardióloga revela que las arritmias se pueden predecir a través de síntomas como palpitaciones, mareo, síncope, dolor torácico o pérdida de conocimiento, siendo estas evidencias un aviso importante que permita acudir al hospital más cercano. También añade que podrían pasar inadvertidas y detectarse cuando se realizan pruebas diagnósticas.
¿Es más frecuente en personas con condición cardiovascular?
Sí. En estas condiciones de una persona con hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, diabetes, obesidad, sedentarismo, entre otras, el factor de riesgo de percibir arritmias frecuentemente es más elevado.
¡Tómate el pulso!
“Se toma el pulso con los dedos índice y corazón, nunca el pulgar, en una parte del cuerpo donde una arteria pase muy cerca de la piel (cuello, muñeca, ingle, otros). Una vez se tenga localizado el pulso, presionando suavemente con los dedos se debe contar cuántas pulsaciones tenemos en un minuto, y así verificar si existe pulsación anormal”.