Eso sí, ambos tipos de virus se contagian de la misma manera, a través de millones de diminutas gotitas que una persona infectada deja caer cuando habla, ríe, tose o estornuda.
Estas gotitas se dispersan hasta un metro de distancia y pueden quedarse suspendidas en el aire antes de caer sobre una superficie, donde el virus puede sobrevivir hasta 24 horas, según información del servicio británico de salud pública, el NHS.
Te puedes contagiar de gripe o catarro al tocar un objeto infectado y después llevarte las manos a los ojos o la nariz, permitiéndole la entrada en tu cuerpo al virus.
Si bien los síntomas de ambas enfermedades pueden ser muy parecidos. ¿En qué se diferencian?
Distintos virus
Hay tres tipos de gripe estacional: A, B y C. Los virus gripales de tipo A se clasifican en subtipos en función de las diferentes combinaciones de dos proteínas de la superficie del virus (H y N).
Todas las pandemias conocidas han sido causadas por virus gripales de tipo A, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las vacunas contra la gripe estacional incluyen cepas pertinentes al tipo de virus A y B, que son los que causan brotes y epidemias. Los virus de tipo C, en cambio, se detectan con mucha menos frecuencia y suelen causar infecciones leves, por lo que su impacto en la salud pública es menos importante.
Hay muchos virus diferentes que pueden causar el resfriado, para el que no hay vacuna, pero los rinovirus son los más comunes.
Síntomas comunes pero diferentes
Ambas enfermedades comparten síntomas como la congestión nasal y el moqueo, molestias y dolor de garganta, de cabeza, tos, estornudos, presión en los oídos y en la cara, pérdida del sabor y el olor, fiebre, dolores musculares y cansancio.
Los catarros suelen afectar más a las vías respiratorias altas, es decir a la nariz y a la garganta, según el doctor Rob Hicks, de la clínica londinense The Randolph.
Pero en general los síntomas de la gripe estacional, o influenza, tienden a ser más severos: es más probable que genere fiebre, dolores musculares y fatiga.
Síntomas paulatinos frente a síntomas súbitos
Un catarro común se desarrolla gradualmente a lo largo de uno o dos días y genera síntomas que no son muy severos, según el doctor Hicks.
En esa etapa más temprana, cuando tienes mocos y dolor de garganta, es cuando el virus es más contagioso, según el NHS.
En general después de un par de días deberías sentirte mejor, aunque algunos catarros pueden durar hasta un par de semanas.
La gripe, sin embargo, suele llegar mucho más súbitamente que un catarro. Los síntomas aparecen de uno a tres días después de que se produce la infección, según el NHS.
En cuestión de una semana los pacientes se sienten mejor, aunque pueden sentir fatiga durante mucho más tiempo.
La gripe puede llegar a ser mucho más grave
Con el catarro "normalmente puedes seguir haciendo cosas de la vida cotidiana", describe el doctor Hicks. Mientras que con la gripe, la mayoría de la gente no puede hacer otra cosa que estar tirado en la cama o el sofá.
De hecho la gripe puede llegar a ser mucho más grave que el resfriado. Según las cifras más recientes de la Organización Mundial de la Salud cada año hasta 650.000 personas mueren en el mundo de enfermedades respiratorias asociadas a la gripe de temporada, como la neumonía o la bronquitis.
Por eso muchos gobiernos recomiendan que la población de alto riesgo se vacune anualmente para prevenir complicaciones.
Las personas que tienen más riesgo son los mayores de 65 años, las mujeres embarazadas, los niños menores de 5 años, las personas con asma o problemas de pulmón, corazón, riñón o hígado, los diabéticos, los pacientes con un sistema inmunológico debilitado y los profesionales de la salud o cuidadores de personas vulnerables.
¿Los mismos remedios?
Tanto la gripe como el catarro están causados por virus, así que los antibióticos no funcionan para estos males.
Para recuperarse de ambos, "en un mundo ideal lo mejor sería quedarse en casa y descansar", recomienda el doctor Hicks, además de comer lo necesario y beber muchos líquidos para evitar la deshidratación.
Paracetamol, ibuprofeno, descongestionantes y remedios para la tos pueden aliviar los síntomas, según el doctor, tanto de la gripe como del resfriado.
Pero si debes ir a la oficina e interactuar con gente, el virólogo John Oxford, del Queen Mary Hospital de la Universidad de Londres, recomienda no estornudar ni toser sobre las manos sino cubrirse la boca con el antebrazo o con pañuelos desechables para minimizar la propagación del virus.
Además, lavarse las manos regularmente con jabón y agua y desinfectar las superficies de uso común como el teléfono y las manecillas de las puertas ayudarán a contener el contagio.