Imagínate que te despiertas pero no puedes moverte. Erescapaz de oír y percibir lo que sucede a tu alrededor pero no puedes reaccionar.Es lo que le sucede a las personas que padecen la llamada parálisis del sueño,una rara pero angustiosa enfermedad. Por suerte, los episodios remiten pasadosunos pocos minutos.
Esta situación también puede ocurrir cuando la persona estátratando de conciliar el sueño y puede estar desencadenada por situaciones comoel estrés, la deprivación previa de descanso o dormir con unos ciclos de sueñoanormales. Otra enfermedad relacionada con la parálisis del sueño es lanarcolepsia.
El problema radica en que la ciencia aún no ha sido capaz deesclarecer exactamente qué ocurre en nuestro cuerpo para que esto ocurra. Una de las teorías que trata de explicar esta patología propone que lafase del ciclo de sueño REM (rapid eye movement, por sus siglas en inglés) sesuperpone a la fase de vigilia, causando la sintomatología.
Otra teoría propone un desequilibrio entre las redes neuronalesque regulan el sueño. En este sentido, se indica que las neuronas colinérgicaspodrían estar hiperactivadas, mientras que las que producen serotoninaexperimentan la situación contraria, un descenso de su activación.
Sea como fuere, ¿cómo se puede tratar esta angustiantepatología? El primer paso radica en animar a la persona a adoptar hábitos desueño saludables, como por ejemplo irse a la cama a la misma hora o abstenersede usar dispositivos electrónicos en las dos horas previas a dormirse. En los casosen que esto no funciona puede ser necesario recurrir a medicación, como porejemplo antidepresivos tricíclicos o inhibidores selectivos de la recaptaciónde la serotonina.