Las plaquetas son pequeños fragmentos de células que circulan en la sangre cuya función es formar coágulos para sanar heridas y prevenir sangrados.
Son producidas en la médula ósea y están disponibles para reparar vasos sanguíneos dañados, evitando la pérdida excesiva de sangre en caso de lesiones.
Estas, a su vez, cuentan en su interior con unos pequeños sacos llamados gránulos, los cuales liberan sustancias químicas que atraen otras plaquetas al sitio de la lesión para formar lo que se conoce como tapón plaquetario.
En general, desempeñan un papel principal en el control de hemorragias y, por lo tanto, su presencia en la sangre es vital para todos.
El problema es que, algunas veces, se producen trastornos de la función plaquetaria, ya sea porque su producción se reduce o aumenta, o bien, porque estas no actúan de la forma en que deberían hacerlo.
Como consecuencia se producen trastornos sanguíneos crónicos y, por supuesto, se eleva el riesgo de pérdidas de sangre significativas.
Estos deben ser analizados y tratados por un profesional médico, ya que pueden provocar graves complicaciones en la salud.
Además, es conveniente incluir en la dieta algunos alimentos que, por sus propiedades, resultan favorables para regular sus niveles en la sangre.
1. Calabaza
La calabaza, incluyendo las semillas que contiene en su interior, tiene aminoácidos y vitaminas esenciales para la formación de plaquetas.
Su consumo regular mejora la absorción de proteínas y vitamina A, nutrientes que participan en la producción de estas pequeñas células.
Adicionalmente, dado que contiene poderosos antioxidantes, es idónea para inhibir los efectos negativos de las toxinas y los radicales libres.
2. Frutos cítricos
Los frutos cítricos, ingeridos en cantidades moderadas, resultan ser un buen complemento para la salud sanguínea.
Esto se debe a sus altos aportes de vitamina C, un nutriente esencial que eleva el recuento de plaquetas en la sangre.
Su absorción fortalece la salud inmunitaria y, al incrementar la producción de anticuerpos, reduce el riesgo de daños en estas células.
3. Grosella espinosa de la India
Aunque es un fruto exótico y no tan popular, la grosella espinosa de la India hace parte del grupo de alimentos que promueven la salud sanguínea e inmunitaria.
Contiene vitaminas A y C, las cuales intervienen en la formación de las plaquetas de sangre que protegen el organismo.
Su alta concentración de antioxidantes minimiza el impacto del estrés oxidativo y los riesgos de padecer afecciones crónicas asociadas a la disminución de estos fragmentos de células sanguíneas.
4. Jugo de aloe vera
El jugo de aloe vera es un remedio con múltiples aplicaciones medicinales que, durante siglos, se han aprovechado para beneficio de la salud humana.
Entre sus propiedades cabe mencionar que, por su aporte de vitaminas y minerales esenciales, es un aliado para purificar y proteger las células sanguíneas.
Sus nutrientes inhiben los efectos negativos de las toxinas y agentes infecciosos, evitando el debilitamiento de las plaquetas.
Este impide el adelgazamiento de la sangre y ayuda a optimizar el uso de los nutrientes ante lesiones en los vasos.
5. Espinacas
Las espinacas hacen parte del grupo de vegetales verdes con cientos de beneficios para el organismo.
En este caso se destacan por su significativo aporte de vitamina K y proteínas, los cuales desempeñan un papel principal en la formación de las plaquetas que impiden las hemorragias en casos de lesiones.
Su jugo natural aumenta de forma considerable la formación de estas microcélulas y, a su vez, optimiza el paso del flujo sanguíneo a través de las venas.
6. Papaya
La pulpa de papaya y sus hojas son útiles para complementar el tratamiento de los trastornos de la función plaquetaria.
El jugo y las infusiones contribuyen a regular los niveles de células sanguíneas, evitando el desarrollo de enfermedades crónicas.
Si bien no representan un tratamiento milagroso para las afecciones sanguíneas, su ingesta puede favorecer la formación de plaquetas.
7. Raíz de remolacha
La raíz de remolacha está llena de sustancias antioxidantes que ayudan a prevenir la reducción de las plaquetas debido a los efectos de los radicales libres.
Sus aportes de vitaminas A, C y K, además de minerales, ayudan a purificar la sangre y reducen el deterioro de los vasos sanguíneos.
Preparada en jugo fortalece las defensas y previene el desarrollo de problemas sanguíneos y circulatorios.
Aunque el tratamiento de los trastornos plaquetarios varía en función de su causa, el consumo de estos alimentos puede fomentar el bienestar en las personas afectadas.
Lo ideal es ingerirlos bajo supervisión médica, ya que deben tenerse en cuenta los demás hábitos, medicamentos y terapias.