Hay una gran variedad de problemas a los que dos personas tienen que enfrentarse en una relación. Uno de ellos es el de recuperar el deseo que una vez hubo pero que, desde hace un tiempo, parece que se esfumó.
Muchas parejas se quejan de que “ya no lo hacemos tanto como antes”, “en los primeros años esto no pasaba”, “¿será que ha dejado de desearme?”, “creo que ya no le gusto como antes”…
Todas estas quejas tienen un desencadenante. La rutina, la cotidianidad, la responsabilidad, los hijos… que se van convirtiendo en excusas para no esforzarse por reavivar un deseo que creyeron que siempre iba a estar ahí aunque no se cuidase.
Por todo esto, hoy vamos a dar 3 claves esenciales que no admiten pretexto alguno. Son pasos que hay que dar para volver a recuperar el deseo que se ha perdido.
1. Conocernos mejor (autoconocimiento)
Muchas personas creen que se conocen a sí mismas cuando, en realidad, esto no es así. Esto se comprueba cuando están en una relación y no saben cómo recuperar el deseo.
¿Qué es lo que me excita? ¿Qué es lo que me da morbo? ¿Cuáles de mis relaciones sexuales anteriores me marcaron? ¿Quiero probar algo nuevo pero me da vergüenza?
Todas estas preguntas han de ser respondidas con sinceridad, ya que esto dará paso al punto del que hablaremos a continuación.
Si no sabemos qué nos gusta no podremos recuperar el deseo porque ni sabremos por dónde empezar ni tampoco podremos comunicarle a nuestra pareja lo que nos puede excitar.
Por eso, es muy importante tomarse un tiempo para reflexionar, dejando de lado miedos, creencias absurdas y otra serie de pensamientos que están dañando la relación e impidiendo que disfrutemos de las relaciones sexuales con nuestra pareja.
2. Comunicarnos con nuestra pareja
Una vez hemos pasado el punto anterior y ya sabemos qué nos gusta, es el momento de hablar de esto con nuestra pareja abiertamente. Sin tapujos, sin vergüenzas y sin limitarse.
Parece mentira que tengamos la confianza de mostrarnos desnudos y mantener relaciones con alguien con quien después tenemos una vergüenza increíble a decirle qué nos gusta, dónde nos puede tocar o qué puede hacer para ponernos a tono.
En una pareja la confianza se da en todos los sentidos y esto incluye el terreno sexual. No podemos esperar que el otro nos lea la mente porque eso no va a suceder.
Es el momento de dejar de jugar a las adivinanzas y hablar de manera clara. Para recuperar el deseo en una relación debemos ser sinceros.
¿Qué nos gusta o qué queremos probar? ¿Qué no nos gusta y deseamos cambiar?
3. ¡Hora de pasar a la acción!
Todo lo anterior está muy bien para recuperar el deseo, pero no sirve de nada si no pasamos a la acción, a lo que le dará chispa de nuevo a la relación.
Esto es lo más divertido pues se trata de salir de la zona de confort y explorar otros terrenos que nos hagan vibrar de nuevo.
¿Recuerdas esos nervios que sentías al principio de la relación? ¿Esa tensión sexual que os invadía a veces? Pues todo esto se puede recuperar, siempre que haya voluntad por parte de los dos.
Esa incógnita de no saber qué podrá pasar en ese encuentro o soñar con lo que sí puede pasar. Todo eso aumentará el deseo, nos hará desear de nuevo a nuestra pareja, querer estar con ella de esta manera.
Antes de irte no te pierdas: ¿Más sexo o mejor sexo?
La rutina es una zona de confort muy cómoda que requerirá de un gran esfuerzo y voluntad para poder salir de ella. Muchas de estas claves nos provocarán pereza o sentiremos que es inútil llevarlas a cabo.
Sin embargo, este es un recurso que nuestra zona de confort tiene para que no salgamos de ella.
No dejemos que pueda con nosotros. La mayoría de las parejas pasan por esta reducción o incluso ausencia del apetito sexual.
Sin embargo, hoy vamos a cambiar esto, porque es el momento de recuperar el deseo en la relación.