Un grupo de biólogos británicos han realizado una serie de investigaciones en las que apuntan que los fetos muestran preferencia por las formas semejantes al rostro humano. Los resultados de dicho análisis fueron publicados en la revista científica “Current Biology”.
Que los bebés se sienten atraídos por los rostros humanos no es nada nuevo, pero esta investigación arroja la luz sobre el desarrollo de esta atracción, que empieza ya en el vientre materno.
Durante el experimento los investigadores proyectaron imágenes esquemáticas de cabezas humanas y triángulos formados por puntos en el vientre de 39 voluntarias embarazadas. La tecnología del ultrasonido 4D permitió captar los movimientos y reacciones de los embriones a cada de una de las formas proyectadas.
Los biólogos enfatizan que los embriones giraban la cabeza activamente cada vez que en el vientre de su madre se proyectaba una imagen que podía interpretarse como una cara humana. En cambio, no se mostraron interesados en esas mismas imágenes proyectadas al revés, ni en los triángulos, lo que corrobora que el feto puede responder a información visual.
Dicho experimento confirma una vez más la tesis de que el desarrollo de los procesos mentales empieza ya en el vientre materno. El próximo paso en la investigación de las capacidades cognitivas fetales es determinar si los humanos pueden identificar números y cantidades ya antes de nacer.