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Cómo reducir los efectos del sol en la piel
Aunque creamos que el sol solo nos puede afectar en verano también debemos protegernos de él en inverno, ya que el frío y las nubes no impiden que nos lleguen sus radiaciones
La mayoría de las personas cometemos el error de solo preocuparnos de la piel y de los efectos del sol cuando llega el verano y las temperaturas elevadas.
Sin embargo, debemos tener en cuenta los rayos UV en cualquier momento del año, aun cuando hace frío, nieva o está nublado.
Podrás conocer cómo reducir los efectos del sol en la piel en el siguiente artículo.
¿Cuáles son los efectos de la exposición excesiva al sol?
Pasar mucho tiempo bajo el sol en horarios no recomendados, o bien no usar factor de protección, puede traer como consecuencias, en el mediano y largo plazo y diferentes problemas en la piel.
Sin dudas el efecto más negativo de este mal hábito de tumbarnos al sol sin que nada más nos importe es el cáncer de piel, sobre todo en su fase conocida como “melanoma”.
El cáncer de piel se sufre más de lo que todo el mundo cree. Por ejemplo, en Estados Unidos, uno de cada diez adultos mayores tiene esta enfermedad, que puede provocar la muerte.
El melanoma puede tener relación con quemaduras solares en la niñez del paciente, o por no tener en cuenta cuán fuerte y peligroso es el sol cuando vamos de vacaciones o cuando estamos en la cuidad.
Existe otro tipo de cáncer de piel que no es melanoma y que, si bien es problemático, no causa la muerte. Puede propagarse si no se trata y causas varios problemas de salud.
La sobreexposición al sol provoca carcinomas basocelulares, un tumor cancerígeno que se manifiesta, sobre todo, como nódulos en el cuello y la cabeza.
La radiación de los rayos UV también puede provocar afecciones en la piel, como envejecimiento prematuro y queratosis actínica (bultos).
No obstante, los efectos no son solo a nivel dérmico ya que estar mucho tiempo bajo el sol puede provocar cataratas y otras lesiones oculares como, por ejemplo, pérdida de transparencia en el cristalino y hasta ceguera.
Por último, reduce el sistema de defensas del cuerpo y esto nos hace enfermar más seguido.
¿Cómo podemos protegernos de los efectos dañinos del sol?
Para no tener que sufrir los efectos indicados anteriormente, así como tampoco los del corto plazo, es decir, el enrojecimiento, las quemaduras, el dolor, las escamas, etc. presta atención a los siguientes consejos:
Evita los horarios de mayor radiación solar, es decir, cuando el sol está más alto en el cielo, durante el mediodía. En verano, esta fase está situada entre las 11 y las 16 horas. En invierno entre las 12 y las 15 horas.
No pases todo el día en la playa durante las vacaciones, por más que vayas bien temprano en la mañana y te protejas al mediodía. La brisa marina y el agua salada son una combinación peligrosa cuando se suma el sol, aunque no sea directo.
Utiliza gafas de sol que tenga un alto índice UV. Cómpralas en una óptica y consulta con un experto antes de adquirirlas. Algunos modelos son más envolventes y más grandes, por lo cuál, además de proteger tus ojos, también cubrirán una gran parte de la cara.
Usa sombreros de ala ancha que ayuden a proteger no solo la cabeza, sino otras partes del cuerpo como ser los hombros, el cuello o la nuca.
Durante el verano, lleva prendas de vestir amplias, de colores claros como blanco o arena, en lo posible camisolas o camisas de manga larga de un material fino, que proteja pero que no abrigue.
No te fíes de cómo están las nubes. A veces pensamos que si no se ve el sol en el cielo, no nos tenemos que colocar factor de protección ni llevar gafas de sol. Esto es un error que puede traer consecuencias negativas.
Por más que el cielo esté completamente nublado, igualmente usa las gafas y el factor de protección, sobre todo si tienes piel muy blanca o sensible.
Piel sol
Si vas de vacaciones a la montaña durante el verano, el sol también puede hacer mella en tu piel y en tu vista, por lo tanto, cumple los mismos requisitos de ir a la playa. Si bien se cree que la radiación es mayor en el mar, también es alta en la montaña, por lo tanto, no te fíes.
Si te gustan los deportes de invierno y de nieve, también tienes que protegerte del sol, ya que “rebota” en la superficie clara y es más peligroso que cuando estamos en la playa, ya que el frío o el viento no nos permiten darnos cuenta que nos estamos bronceando (como ocurre con los días nublados).
Lleva grandes gafas de sol y no olvides el factor de protección. La nieve puede reflejar el 80% de los rayos UV, algo que no ocurre en otras superficies.
Camina siempre por las calles con sombra y, de ser posible, deténte bajo techos al esperar para cruzar la calle.
Esto igualmente no te “salvará” de usar gafas o factor de protección, pero al menos, no tendrás incidencia directa de los rayos.
No te eches perfumes muy fuertes antes de salir a la calle los días calurosos o soleados. Consulta con el médico cuáles pueden ser los efectos colaterales de ciertos medicamentos y el sol.
Por más de que coloques un factor de protección alto, no te quedes mucho tiempo bajo el sol, ya que el objetivo de estas cremas no es permitir la cantidad de horas tumbado al sol, sino reducir los riesgos durante la exposición.
Escrito Por
Redaccion M
Sunday, May 28, 2017