Una investigación liderada por Naomi May, candidata al doctorado en la Facultad de Ciencias Médicas, Indígenas y de la Salud de la Universidad de Wollongong en Australia, revela que hay seis alimentos que tienen estos dos componentes.

Los fenólicos y térpenos, tienen la capacidad de reparar los daños celulares ocasionados por los radicales libres, que son los responsables del deterioro celular y regenerar no solamente el envejecimiento de la célula, sino de la inflamación, indica el estudio citado por Medical Xpress.

Los investigadores y especialistas coinciden en afirmar que para mantener la salud en general y del cerebro es necesario adoptar hábitos de vida saludable como respetar la hora de sueño, hidratarse, hacer ejercicio, evitar el consumo excesivo de alimentos procesados, una alimentación balanceada que incluya vegetales, proteínas y apoyarse en alimentos ricos en antioxidantes.

¿Cuál es el efecto de los antioxidantes en la salud?

Como ya hemos mencionado, los antioxidantes juegan un papel clave en la reparación celular, por lo que consumir cierto tipo de alimentos ricos en antioxidantes puede tener efectos neuroprotectores.

Los fitonutrientes o fitoquímicos, como se le llaman a los antioxidantes, tiene un papel importante en la protección de las células del cuerpo de los efectos causados por los radicales libres.

“Las investigaciones indican que las moléculas de radicales libres pueden aumentar el riesgo de problemas de salud relacionados con el envejecimiento. Algunos ejemplos son las enfermedades cardíacas, la degeneración macular relacionada con la edad, la enfermedad de Alzheimer y el cáncer”, indica Mayo Clinic.

6 alimentos con efectos protectores en el cerebro

La investigación dirigida por Naomi May, revela que al menos 6 alimentos de origen vegetal estaban asociados con diversos efectos antioxidantes.

Se trata específicamente de dos compuestos antioxidantes “fenólicos, que pueden contribuir al color de las plantas, y terpenos, que son responsables del sabor y la fragancia de las plantas”.

La experta explica que hay un gran potencial para utilizar alimentos de origen vegetal “como parte de un conjunto de herramientas para controlar afecciones causadas por la neuroinflamación y el estrés oxidativo, como las enfermedades neurodegenerativas”.

Hace énfasis en la ciruela Queen Garnet, baya de saúco y el clavo de olor tienen un alto nivel de fenoles, en especial de “un compuesto llamado quercetina, que se asoció con la capacidad de prevenir la muerte celular inducida por estrés oxidativo”.

Ciruela Queen Garnet

Esta fruta es un híbrido de la ciruela japonesa desarrollado en Australia, considerada por muchos como un superalimento por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

El director fundador del Centro Richardson para Alimentos Funcionales y Nutracéuticos en la Universidad de Manitoba, Peter Jones afirma que los niveles de antioxidantes de esta fruta son, entre cinco y diez veces mayores que en otras variedades de ciruelas y más altos que en la mayoría de los frutos rojos.

Bayas de saúco

Las bayas son ricas en antioxidantes como la vitamina C y flavonoides, que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades del corazón, cáncer y pérdida de memoria.

El saúco tiene un efecto antioxidante, antiviral y antihipertensivo por sus altos niveles de componentes fenólicos, entre ellos las antocianinas, terpenoides y proteínas (lecitinas) entre otros, según una investigación de la Universidad Católica de Santa María, publicada en el sitio especializado Scielo.

Clavo de olor

Estudios revelan que la actividad antioxidante y antimicrobiana del clavo de olor es mayor que la de muchas frutas, verduras y otras especias. El clavo de olor representa “una de las principales fuentes vegetales de compuestos fenólicos como flavonoides, ácidos hidroxibenzoicos, ácidos hidroxicinámicos e hidroxifenilpropens”, explica un estudio publicado en Science Direct.

Pimienta negra

Esta especia tiene un ingrediente activo como es la piperina, que se caracteriza por una rica fitoquímica que también incluye aceite volátil, oleorresinas y alcaloide.

La pimienta negra tiene una actividad depuradora de radicales libres de la pimienta negra “y sus ingredientes activos podrían ser útiles en la quimioprevención y el control de la progresión del crecimiento tumoral”, revela una investigación publicada por Taylor and Francis.

“Los componentes alcaloides clave de Piper Nigrum, es decir, la piperina, ayudan al funcionamiento cognitivo del cerebro, estimulan la absorción de nutrientes y mejoran la funcionalidad gastrointestinal”, agrega.

Salvia

Esta planta tiene un alto contenido de ácido fenólico y flavonoides, es una hierba antioxidante y antiinflamatoria potente. “La inflamación juega un papel importante en la fisiopatología de muchas enfermedades y podría causar daños por estrés oxidativo”, según una publicación del Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI)

Melisa

Una hierba rica en compuestos antioxidante, en especial los flavonoides, ácido rosmárico, ácido gálico y contenido fenólico. Un estudio publicado por el Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI)  confirma “los efectos antioxidantes de Melissa officinalis; por lo tanto, su efecto en la prevención y el tratamiento de enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo”.

May destaca que se trata de la primera investigación que ha analizado la relación entre estas especies de compuestos y las diferentes capacidades antioxidantes de estas plantas y que hay “un gran potencial para utilizar alimentos de origen vegetal como parte de un conjunto de herramientas para controlar las afecciones causadas por la neuroinflamación y el estrés oxidativo, como las enfermedades neurodegenerativas”.