Desde hace años se viene hablando de la importancia que podría tener el hidrógeno aplicado a la industria automotriz. Es de los combustibles más limpios y ya se está avanzando en su producción de forma limpia, aunque todavía no termina de repuntar esta tecnología. Lo cierto es que no hay infraestructura y que apenas un par de marcas tienen coches de producción de pila de combustible disponibles actualmente. A pesar de ello, Cabify ha adquirido varios Toyota Mirai para establecer un hito en nuestro país.
Se trata de los primeros VTC de hidrógeno en España y son, concretamente cuatro unidades de la primera generación del Mirai. Es cierto que salió una segunda y que pudimos probarla, pero su disponibilidad y precio probablemente hicieron que optaran por el primero. La flota podría ampliarse con más unidades a final de año, pero para ello Cabify tendrá que comprobar la viabilidad de estos vehículos. Operarán en su filial, Vecttor, y estarán disponibles en la categoría Cabify Eco.
Paulatinamente, los Toyota Mirai también estarán disponibles en el resto de las categorías para particulares como Cabify, Cuanto Antes o Kids. Solamente podrán repostar en la hidrogenera de Madrid (Avenida de Manoteras, 34) que fue inaugurada el año pasado. Es privada de la filial de Enagás, Scale Gas, pero han llegado a un acuerdo con Cabify para que sus Mirai puedan repostar en un tiempo de entre tres y cinco minutos gracias a los 700 bar de presión. Con los depósitos llenos de hidrógeno podrán recorrer alrededor de 550 kilómetros, así que no está demasiado alejada de la autonomía de los gasolina.
Se trata de un movimiento importante por su apuesta por un combustible que todavía no alcanza niveles de popularidad elevados. Pretenden demostrar que el hidrógeno puede ser viable en flotas y en servicios tan exigentes como es el de los vehículos de alquiler con conductor (VTC). También les sirve para reafirmar su compromiso por acelerar la movilidad sostenible. El objetivo es la descarbonización de las ciudades y demostrar el potencial del hidrógeno, no sólo en la automoción, sino también en otros ámbitos como la climatización de hogares y edificios.