Soy de los que piensa que aún falta mucho para que veamos coches autónomos en masa por las calles. De acuerdo, en Estados Unidos ya funcionan taxis en algunas zonas acotadas, pero por ahora aún debería existir un control humano, pues existen situaciones que quizá la inteligencia artificial no pueda responder.
¿Qué hacer ante esas situaciones? Pues StreetDrone busca la solución. Aún cuando se quite el volante a los automóviles completamente, será necesario encontrar el modo de lidiar con esos casos límite. Esto puede hacer necesario que existan conductores humanos en espera, listos para tomar el volante por control remoto hasta que el sistema de conducción autónoma pueda continuar.
Este proyecto, financiado por el gobierno del Reino Unido, acaba de mostrar un sistema de este tipo por primera vez, con un vehículo (una furgoneta Nissan, concretamente), por las vías públicas de Oxford y Londres cambiando el control entre un conductor, un sistema autónomo y un teleoperador remoto a través de una conexión cibersegura.
«El éxito de esta prueba, realizada en la vía pública, combina tecnologías autónomas con teleoperación demiuestra que tecnológicamente se está preparado y las cadenas de suministro ganar eficiencia», aseguran en StreetDrone, que gestionó los sistemas autónomos y de control remoto. Allí donde las tareas son demasiado complejas para las tecnologías autónomas, intervienen las teleoperaciones.
El lugar de trabajo de los conductores remotos se parecen al de un set de vidojuegos de carreras, con tres monitores de pantalla ancha, un volante y de pedales. La conectividad ha de ser suficientemente rápida y fiable para que estas demostraciones no sufrieran retrasos ni interrupciones. Es un aspecto tan o más impresionante como el propio sistema de teleoperación.
Se ha hablado mucho de estos sistemas de control remoto con aviones eVTOL, pero nunca se había planteado con automóviles autónomos. Se debía a que el volante seguirá siendo parte del automóvil durante mucho tiempo y conductores humanos podrán tomar el control cuando sea necesario. Pero cualquier cosa que salga a la carretera sin un volante a bordo necesitará una opción alternativa de último recurso, sin importar qué tan avanzado sea el sistema autónomo. El control remoto bien podría ser la respuesta, como se muestra en este vídeo: